Todos los sábados, la acera del local de 393 Lewis Avenue se llena de neoyorquinos ansiosos por darse un festín con jumbo po’ boys y camarones con mantequilla y sémola de maíz. Desde que abrieron sus puertas de madera hace más de 10 años, Peaches es conocido en toda la ciudad como "el local" de comida casera sureña. Es la joya del B&C, el grupo de restaurantes de Ben Grossman y Craig Samuel, un pequeño imperio de Brooklyn construido a base de pollo frito y galletas de mantequilla.
Los copropietarios se conocieron trabajando en la cocina del restaurante City Hall, un local del centro conocido por servir comida tradicional estadounidense a los funcionarios del gobierno que trabajaban en el ayuntamiento. Los unió el deseo compartido de servir comida casera en Brooklyn, el distrito donde ambos se criaron.
Más de 16 años después, esta pareja es propietaria de tres restaurantes en Brooklyn: Peaches Kitchen & Bar, Peaches HotHouse en Bed Stuy, Peaches Shrimp & Crab en Clinton Hill, además de la meca de la barbacoa en el norte del estado, The Smoke Joint. Además, tienen pensado abrir una churrasquería moderna, Peaches Prime, frente a BAM Harvey en Fort Greene a finales de este año.
Todos los locales tienen en común la misión de ser una sala de estar ampliada para el vecindario. “Muchos restaurantes en Manhattan tratan de convertirse en un clásico, pero no cuentan con el apoyo de la comunidad. Si la gente sale de la ciudad o nieva, se quedan sin comensales”, dice Samuel, que creció en Flatbush. “Nosotros queremos ser la sala de estar de nuestro vecindario y construir a partir de ahí”.
Samuel y Grossman comenzaron su grupo de restaurantes con The Smoke Joint, luego se trasladaron a Fort Greene, pero dicen que realmente entendieron cuál era su espíritu cuando abrieron Peaches Kitchen and Bar en un vecindario altamente residencial con casas históricas de piedra rojiza. Grossman ríe mientras lo explica en estos términos: “Era el tipo de lugar en el que alguien caminaba por la calle, veía a un amigo desde la ventana y entraba para sentarse un rato y conversar”.
La misión de alimentar a sus comunidades se resignificó durante la pandemia de la COVID-19, cuando el grupo de restaurantes B&C se asoció con World Central Kitchen para proporcionar comida a los neoyorquinos en situación de vulnerabilidad. De marzo a octubre de 2020, proporcionaron más de 30,000 comidas a las personas que vivían bajo el ala de la Autoridad de la Vivienda de la Ciudad de Nueva York, a los socorristas y las iglesias que actuaron como despensas de alimentos para la comunidad.
Ahora, han dado un giro para ofrecer almuerzos cinco días a la semana a los voluntarios en los sitios de vacunación en toda la ciudad. Mientras hablamos por teléfono a mediados de febrero, Grossman y Samuel estaban negociando con las autoridades de tráfico de Brooklyn para entregar personalmente pollo a la barbacoa con col rizada y frijoles horneados, además de sémola horneada con champiñones asados y calabaza para los vegetarianos. Es comida reconfortante en el sentido más auténtico.
“Trabajar con World Central Kitchen nos enseñó una nueva forma de actuar de acuerdo con el espíritu de la empresa, que está orientado a la hospitalidad —dice Samuel, y agrega—. Tenemos excelentes locales, comida y ambiente, pero nuestra misión es convertirnos en servidores de nuestra comunidad y estar realmente vinculados con nuestros clientes”.
