La información que se proporciona en este artículo se basa en las opiniones personales de la pediatra y no deben utilizarse como reemplazo del asesoramiento médico. Aquellas personas que necesitan un proveedor de atención médica certificado deben comunicarse directamente con un profesional calificado.
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Antes de que la Dra. Krupa Playforth fuera oficialmente “The Pediatrician Mom”, era pediatra y, ¡desde luego, mamá! Cuando la pandemia de COVID-19 llegó a nuestras vidas, vio que los padres se desesperaban por conseguir información y respuestas. La Dra. Playforth estaba embarazada de su tercer hijo y agotada de hacer malabares con el trabajo y la maternidad durante una pandemia. “Los padres estaban asustados”, recuerda. “¿Los niños deben ir a la escuela? ¿Deben jugar con amigos? Había mucha confusión e información errónea”.
Ahí fue cuando la Dra. Playforth se unió a Instagram por primera vez y creó la cuenta @thepediatricianmom. “Los padres necesitan información práctica”, dice la Dra. Playforth. “En 15 minutos, ningún pediatra puede brindarte todo lo que necesitas”. Desde entonces, su misión ha sido ofrecer consejos fácticos y prácticos a los padres para ayudarlos a transitar el sinuoso camino de la paternidad.
“Me apasiona compartir no solo información basada en la evidencia, sino también realidad”, explica la Dra. Playforth. “La paternidad puede ser solitaria, aleccionadora y complicada, pero también es profunda e incomparablemente gratificante”.
Esto es lo que la Dra. Playforth tiene en casa para cuando sus propios hijos inevitablemente se lastiman la rodilla o sufren congestión nasal.
Resfríos
“En mi casa, el tratamiento estándar consiste en duchas de vapor y aerosol salino”, cuenta la Dra. Playforth. “Para los más pequeños, me gusta la succión nasal”, que aspira el moco de forma manual o eléctrica. Ella utiliza el Snotsucker de NoseFrida, pero cualquier marca sirve. Para naricitas sensibles, recomienda Boogie Wipes, que contienen solución salina y son más suaves que los pañuelos desechables. Si tu hijo está muy congestionado, sugiere la Dra. Playforth, “un nebulizador de mano con solución salina normal puede eliminar la congestión justo antes de irse a la cama”.
Tos
“La tos puede deberse a la congestión”, dice la Dra. Playforth, por lo que las tácticas para el resfrío probablemente aquí también resulten útiles. Si tu hijo tiene más de un año, la Dra. Playforth recomienda darle miel (la miel no es segura para niños menores de 12 meses). “Hay datos confiables que indican que la miel reduce la gravedad y la frecuencia de la tos, y ayuda en el proceso de recuperación de un resfrío común”, dice. Mézclala con agua o leche, o dásela a tu pequeño directamente de la cuchara.
Dolor de garganta
“En primer lugar, haz que tu hijo se sienta cómodo”, sugiere la Dra. Playforth. Los dolores de garganta pueden afectar la hidratación, ya que los niños no querrán comer ni beber si les duele mucho la garganta. Prueba con “alimentos fríos, batidos, yogur, licuados y paletas heladas”, dice la Dra. Playforth. Las gárgaras con agua con sal son excelentes, pero la Dra. Playforth sabe que, para muchos niños, eso es mucho pedir. Si se trata de una angina estreptocócica, te indicarán antibióticos, pero los dolores de garganta suelen ser virales, lo que significa que no hay grandes tratamientos. Administra ibuprofeno o analgésicos según sea necesario.
Fiebre
La Dra. Playforth me contó que muchos padres se preocupan demasiado si sus hijos tienen fiebre, pero que el “enfoque debe estar en la comodidad de los niños si, en general, parecen estar bien y no hay ninguna situación específica que los afecte, como ser muy pequeños o inmunodeprimidos”. Abrígalo y ofrécele mucho líquido para beber. “La hidratación es lo más importante cuando los niños están enfermos”, afirma la Dra. Playforth.
El agua y las bebidas con electrolitos Pedialyte son las mejores opciones, pero al final del día, “la prioridad es beber líquido y no importa demasiado de qué líquido se trate”. La Dra. Playforth usa jugo de manzana (diluido a una concentración media funciona), paletas heladas y caldo. La compota de manzana y el yogur también son excelentes, al igual que la leche, los licuados y los batidos. A diferencia de lo que puedes haber escuchado, la Dr. Playforth dice que la leche no aumenta la producción de flema del cuerpo (¡esto es algo nuevo para mí!).
Un tropezón, una caída o un golpe
Los detalles son importantes. Cuando era niña, mi madre trataba los rasponcitos con Neosporin o peróxido de hidrógeno, pero la Dra. Playforth dice que los datos nuevos demuestran que la mejor línea de defensa es el “antiguo método de agua y jabón”.
“Las botellas perineales proporcionan un buen chorro para irrigar las heridas sucias”, aconseja la Dra. Playforth. “Debes mantenerla limpia y húmeda. No necesitas un apósito, a menos que la herida se abra, tu hijo se la toque o a tu hijo simplemente le encanten los apósitos, como a los míos”. Y, si observas signos de infección, llama al pediatra.
Estreñimiento
La Dra. Playforth dice que hay determinados momentos en que la barriga de los niños se adapta a grandes cambios, como cuando comienzan a comer alimentos sólidos o cuando empiezan la escuela, y comen y beben en un contexto nuevo. “Para el estreñimiento leve, reduce la ingesta de carbohidratos simples y aumenta el consumo de fibra”, explica la Dra. Playforth. Ella sugiere “determinados alimentos que, en inglés, empiezan con la letra P: duraznos (peaches), peras (pears), ciruelas (plums) y ciruelas pasas (prunes). El jugo de pera es delicioso y excelente, en especial, para los niños”. La Dra. Playforth recomienda una dieta variada y rica en fibras, la cual, según ella, puede ser algo difícil en el caso de los niños mañosos. Si el problema continúa, definitivamente debes consultar con el médico de tu hijo.
Ojos llorosos e irritados
Depende de la causa. Si la situación se agrava por la exposición al polvo, a la contaminación o al humo del cigarrillo, las alergias pueden aparecer de repente, en cuyo caso los medicamentos antialérgicos para niños pueden ayudar. Si se trata de enrojecimiento de los ojos, la causa podría ser bacteriana o viral. En el primero de los casos, se recetarán antibióticos. Para el otro, “trátalo con atención de apoyo y compresas tibias para lavar los ojos”, aconseja la Dra. Playforth.
Dolores en general
La Dra. Playforth recomienda baños de agua tibia, almohadillas térmicas (“obviamente no demasiado calientes”), amor y cuidado, y tiempo frente a la pantalla. Pueden utilizarse analgésicos según sea necesario (ella sugiere tener medicamentos “no como la primera herramienta a la que debes recurrir, sino como una herramienta útil en tu kit”. Y, sobre todo, muchos mimos.
Picaduras de insectos
“Las personas se asustan porque los niños tienen reacciones muy exageradas” ante las picaduras de insectos, observa la Dra. Playforth. Comienza con un simple paquete de hielo, avena coloidal y cortisona tópica o loción de calamina. También le gusta The Bug Bite Thing, una herramienta de succión que extrae la saliva o el veneno de los insectos desde abajo de la piel de forma indolora y eficaz. Si se requieren medicamentos, utiliza un medicamento antialérgico como Zyrtec o Claritin, y recomienda consultar con tu pediatra para asegurarte de que la dosis sea la correcta.
¿No te sientes bien? Echa un vistazo a estos consejos de las pediatras Dra. Julia Blank y Dra. Flora Sinha.