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La información que se proporciona en este artículo se basa en las opiniones personales de la pediatra y no deben utilizarse como reemplazo del asesoramiento médico. Aquellas personas que necesitan un proveedor de atención médica certificado deben comunicarse directamente con un profesional calificado.
A todos nos ha pasado: goteo nasal, febrícula, dolor de cuerpo y cansancio. Cuando estás enfermo, lo único que quieres hacer es recuperarte. Y, si bien tal vez antes hayas oído algunos de estos consejos, vale la pena repetirlos, especialmente porque cuando estás enfermo, es difícil hasta pensar.
La Dra. Julia Blank, médica especialista en Medicina Familiar de Providence Saint John’s Health Center en Santa Mónica, California, y la Dra. Flora Sinha, médica especialista en Medicina Interna de Cedars-Sinai Hospital en Los Ángeles, revelan ocho consejos que comparten con sus pacientes para que se vuelvan a sentir bien, y los motivos por los que cada uno de ellos hace maravillas para acelerar la recuperación.
Considera esto como tu lista de verificación. (¿Y si necesitas sopa de pollo o medicamentos de venta libre? DoorDash se encarga).
1. Bebe mucho líquido
Tu mamá tenía razón: es importante estar hidratado cuando te sientes mal y, ya sea que tomes sopa de pollo (¡funciona, consulta más abajo!) o que bebas Gatorade, ayuda a consumir más líquido.
Por qué debes seguir este consejo: cuando tienes fiebre, te sientes agotado por varios motivos, incluido el hecho de que pierdes agua corporal. Mantenerse hidratado también es importante, ya que el líquido ayuda a diluir el moco y hace que sea más fácil que desaparezca la congestión nasal o que expectores todo lo que obstruye las vías respiratorias, indica Julia Blank, MD, médica especialista en Medicina Familiar de Providence Saint John’s Health Center en Santa Mónica, California. Opta por agua, jugo, té o caldo. Evita la cafeína y las bebidas con alcohol, ya que ambas pueden provocar deshidratación.
Y la abuela sabía de qué hablaba cuando llamada a la sopa de pollo “penicilina natural”. La Dra. Blank explica: “La sopa de pollo ayuda gracias a un aminoácido (cisteína) que contiene, el cual ayuda a diluir el moco y a aliviar la congestión”.
Consejo: humidifica el aire de tu hogar con un humidificador de vapor frío, que puede ayudarte a aliviar la congestión. Además, el aerosol nasal salino puede ayudar a reducir las secreciones y a aliviar temporalmente la congestión nasal.
2. Descansa mucho
Cuanto menos descanses, más difícil será que te mejores.
Por qué debes seguir este consejo: dormir ayuda al sistema inmunitario a combatir los virus del resfrío, dice Flora Sinha, MD, médica especialista en Medicina Interna de Cedars-Sinai Hospital en Los Ángeles. “Cuando estás enfermo, el sueño y el descanso desempeñan un papel fundamental en la recuperación del sistema inmunitario”, afirma. “Dormir también ayuda en la reparación del tejido, ya que disminuye la inflamación y la fiebre, y previene otras complicaciones”.
Consejo: sé constante con el ciclo de sueño. “Si cinco horas es suficiente para ti, mantén esa cantidad de sueño de la manera más constante posible”, dice. “Si necesitas las ocho horas completas, trata de dormir ocho horas”. Así que, no importa si no duermes las 24 horas del día, pero asegúrate de no dormir menos de lo habitual.
3. Omite el gimnasio
Para los obsesivos del gimnasio, es difícil tomarse un descanso del intensivo ejercicio diario. Si corres o andas en bicicleta todos los días, sabemos que no te gusta omitir el ejercicio. Pero cuando estás enfermo, lo mejor es tomarse un descanso.
Por qué debes seguir este consejo: esforzarse y someter al cuerpo a un ejercicio de alta intensidad puede provocar que la enfermedad se prolongue, sostiene la Dra. Sinha.
Consejo: sin embargo, si no tienes fiebre alta ni tos, está bien que muevas un poco el cuerpo; un estiramiento suave, yoga restaurador o una caminata corta son buenas opciones. “Siempre les digo a mis pacientes que usen el sentido común”, dice la Dra. Sinha. “Cuando estamos enfermos, el cuerpo nos está diciendo que necesitamos descansar y relajarnos un poco. Créeme, está bien holgazanear hasta que te sientas mejor”.
4. Prioriza la higiene de las manos
Aprendimos esto durante la COVID-19: si no puedes lavarte las manos, usa desinfectante para manos. Resulta que este acto es una de las formas más simples de no diseminar gotitas de saliva.
Por qué debes seguir este consejo: clínicamente, cuando alguien tiene fiebre (más de 100,4), contagia, dice la Dra. Sinha. “Para disminuir la trasmisión, y esto se aplica a cualquier enfermedad viral o bacteriana, es importante lavarse las manos y potencialmente usar mascarilla porque muchas infecciones de las vías respiratorias superiores se trasmiten a través de la tos y los estornudos”.
Consejo: lávate las manos durante el transcurso de la enfermedad y sigue limpiando las superficies con cloro. “Esto puede ayudar a prevenir la exposición de otras personas a tu resfrío o gripe”, afirma.
5. Haz gárgaras con agua tibia con sal
Puede parecer anticuado, pero hacer gárgaras con agua con sal es una forma fácil (y económica) de ayudar a aliviar la tos y el dolor de garganta. Simplemente mezcla de un cuarto a media cucharadita de sal con ocho onzas de agua tibia y haz gárgaras, pero no lo tragues. Ayudarás a matar las bacterias en el proceso.
Por qué debes seguir este consejo: cuando te contagias un virus en las vías respiratorias superiores, la primera zona donde sentirás que está es en la nariz y la garganta. “El sistema inmunitario comenzará a combatir esta cosa extraña en el cuerpo y aumentará el flujo de sangre a esas zonas”, indica la Dra., Sinha. “El cuerpo aumentará la producción de moco, y hacer gárgaras puede reducir la inflamación, ayudar a eliminar el exceso de agua de las células y, reducir la inflamación y la irritación”.
Consejo: las pastillas de mentol pueden ayudar a destapar temporalmente las fosas nasales y a aliviar el dolor de garganta. Los medicamentos para diluir el moco que contienen guaifenesina pueden aliviar temporalmente la congestión nasal y del pecho, y facilitar el proceso de eliminación de las secreciones, afirma la Dra., Blank.
6. Toma una ducha caliente
Este remedio muy antiguo no solo sirve para aliviar los dolores; el vapor puede ayudarte a “sudar” algunos de los síntomas.
Por qué debes seguir este consejo: aumentar la humedad ayudará a eliminar toxinas y a abrir las vías respiratorias, dice la Dra. Sinha. “Esto también resulta útil para la congestión nasal y el dolor en las fosas nasales”, indica.
Consejo: considera la posibilidad de usar vaporizadores Vicks para ayudar a drenar las fosas nasales, dice la Dra. Sinha.
7. Deja de fumar
Cuando fumas, inhalas sustancias tales como tabaco o marihuana, las cuales pueden irritarte más la nariz, la garganta y los pulmones, especialmente si ya tienes síntomas como estornudos, congestión, dolor de garganta o dificultades para respirar.
Por qué debes seguir este consejo: fumar promueve un estado de inflamación en todo el cuerpo. “Fumar es un inhalante, así que cuando estás enfermo y ya tienes las vías respiratorias superiores inflamadas, esto solo agrega más presión al cuerpo”, indica la Dra. Sinha.
Consejo: además, evita fumar cigarrillo electrónico, ya que este método de inhalación de nicotina (o marihuana) también aumenta la inflamación y prolongará la enfermedad, dice la Dra. Sinha.
8. Escucha a tu estómago
Cuando te sientes muy mal, probablemente no quieres comer mucho. Razón de más por lo cual es importante tomar buenas decisiones cuando tienes ganar de comer algo. Elegir algo saludable y nutritivo cuando tienes apetito te ayudará a recuperarte aún más rápido.
Por qué debes seguir este consejo: si tienes problemas gastrointestinales (algunas infecciones de las vías respiratorias superiores, como la gripe y la COVID-19, pueden provocar diarrea e irritar el estómago), sigue la dieta BRAT (plátanos, arroz, compota de manzana y tostadas). “Ayuda a que la barriga descanse un poco”, indica la Dra. Sinha. “Es liviana para el estómago, tiene un bajo contenido de fibra, es fácil de digerir, y reduce las náuseas y los vómitos”.
Consejo: cuando te sientas mejor, tómatelo con calma y regresa a tu alimentación habitual de manera progresiva. “Cuando te sientes pésimo, una hamburguesa, papas fritas y un batido no ayudarán en el proceso de recuperación de las células”, afirma la Dra. Sinha. En otras palabras, tómate el tiempo para recuperarte.
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