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Tu guía de referencia para combinar tu comida para llevar con vino

¿Necesitas un lambrusco para acompañar tu pizza? En eso estamos.

26/5/2022
14 minutos de lectura
steak and red wine

La bebida perfecta puede transformar una comida sabrosa en una comida deliciosa; ya sea un matcha latte con un plato de avena o una Pilsner espumosa con una hamburguesa con queso. Pero, ¿qué sucede cuando tu hamburguesería favorita no vende la IPA perfecta o tu pizzería local no tiene una licencia para vender bebidas con alcohol? Nuestro nuevo programa Combinaciones, de DoorDash y Caviar, te permite agregar una bebida de una segunda tienda, y recibir todo como parte de la misma entrega. Verás la opción de agregar una bebida (¡o un postre!) después de pagar. 

En lo que respecta al vino, es posible que algunos de nuestros comensales quieran una pequeña guía sobre qué comprar. Para ayudarte a entender qué vinos combinan mejor con tu comida para llevar, conversamos con Natalia MacAdams, propietaria de Heaven's Market, la meca del vino natural en Los Ángeles. MacAdams ha trabajado como sommelier en algunos de los restaurantes más populares de Los Ángeles, como Kismet y El Prado, y nos ayudó a encontrar la combinación perfecta para algunas de las órdenes más populares de DoorDash y Caviar. ¡Así que ahora somos tu sommelier oficial para las entregas a domicilio!

Comida thai + blanco semiseco

“Para cualquier tipo de comida picante, la mejor combinación siempre debe tener una nota dulce o algo de azúcar residual. El ácido en el vino hace que la comida picante sea más picante y las especias pueden amargar el vino. De modo que ese pequeño toque de dulzura neutraliza las especias y realza el vino. Mi elección sería un chenin blanc semiseco. Si vas a comer comida tailandesa sin demasiado picante, puedes elegir un blanco suave y no demasiado ácido. Yo iría por un borgoña blanco”. Agrega una botella a tu orden o llena tu bodega con un paquete de vinos como los que ofrecen en Lolo Wine Bar en Los Ángeles.

Estos son algunos de nuestros platos tailandeses favoritos en todo el país: el larb gai de pollo ultra picante de Night + Market Song en Silverlake, Los Ángeles; el pad thai de camarones en Wayla en Nueva York; y el curry verde de Lers Ros Thai en San Francisco. Si a cualquiera de los productos anteriores le agregas un vino blanco (recomendamos enfriarlo antes de abrirlo), estarás despertando nuestra más sana envidia.

Sushi + blanco mineral

“Con el sushi, quieres profundizar los sabores sutiles de las piezas de pescado, por lo que debes elegir un vino que deje que el pescado brille. Yo escogería un blanco rico en minerales, tal vez de la región española de Cataluña. Las uvas menos conocidas como charelo y parellada suelen crecer bien en climas secos y áridos y tienden a acumular más minerales, especialmente cuando provienen de suelos ricos en piedra caliza”.

Para acompañar ese blanco mineral, pide una selección de sushi y sashimi (atún graso, uni) de Kanoyama, galardonado con una estrella Michelin en Nueva York. En Portland, el pescado en AFURI Izakaya es supremo. Para disfrutar la mejor comida del día, prueba el chirashi don y el Chef's Choice Nigiri Flight de cinco piezas. Si estás en Los Ángeles, busca en el restaurante Murakami de Hollywood el sashimi mixto de 12 piezas y el roll de cangrejo de caparazón blando con aguacate. 

pizza and wine

Pizza + tinto espumoso

“Para la pizza, la mejor combinación es el vino tinto espumoso, en particular el lambrusco. Tiene un trasfondo a zarzas y unas ligeras notas florales que cortan la suntuosidad del queso. Como es ligeramente tánico, no reseca demasiado la boca. Uno de mis favoritos año tras año es Sottobosco de Ca de Noci. Ellos dominan el arte de las burbujas pequeñas pero persistentes”.

Para acompañar ese lambrusco, elige una pizza de Di Fara, una de las pizzerías más emblemáticas de Nueva York. ¡Sí, puedes recibirla en tu casa! Nos encanta su Di Fara Regular, con salsa de tomate, queso, albahaca y aceite de oliva virgen extra sobre una corteza ultrafina. Créenos, esta pizza es mucho más que la suma de sus partes. Córtala con tijeras, como lo hacen en el local de Coney Island, o con cuchillo: es tu pizza. Si estás en San Francisco, pide en Tony's Pizza Napoletana y disfruta de una pizza clásica de pepperoni o de albóndigas, ricotta y ajo. Buenas noticias: hacen pizzas al estilo de Nueva York y al estilo italiano de corteza más delgada.

Tacos + tinto frío

“Por fin voy a decir las dos palabras que todos han estado esperando: TINTO FRÍO. Estoy hablando de un beaujolais o un gamay. Si vas a comer algo a la parrilla, es decir, carne asada o al pastor o verduras grilladas, la mejor elección es un tinto ligero y frutado. Le hace frente al gusto ahumado, al mismo tiempo que minimiza el picante de los chiles. Para ser honesta, me da hambre solo de pensarlo”.

Ciertamente, no hay escasez de opciones asadas en los menús mexicanos, pero algunos de nuestros favoritos provienen de Oscar's Mexican Food en San Diego. Nos encantan sus tacos a la parrilla, incluido el de surf & turf y el taco de pescado grillado. ¿Pensaste que no podrías conseguir una buena comida mexicana en Seattle? Piensa mejor. Cactus lleva preparando comida de inspiración mexicana y Tex-Mex desde 1990. Las fajitas de pollo a la parrilla o la carne asada con todas las guarniciones (salsa, maíz, frijoles negros, queso y tortillas de maíz caseras) son opciones excelentes. Si estás en Los Ángeles, ordena un montón de tacos de carne asada en Petty Cash. No te arrepentirás.

Hamburguesas + tinto robusto

“Para las hamburguesas, sugeriría un vino tinto más sustancioso. Un vino con cuerpo y taninos suaves va muy bien con una comida con carne y papa. Buscaría un vino con un nivel un poco más alto de alcohol (13 % o más), tal vez del suroeste de Francia, Sonoma o del sur de Italia. Algo así como un syrah”.

La mejor hamburguesa: ¿acaso existe un tema más polémico que este? Algunos prefieren la clásica hamburguesa de comida rápida, otros una más gruesa al estilo de una cantina. Luego están los vegetarianos. Tenemos opciones para todos. En Chicago, Au Cheval sirve unas hamburguesas exquisitas: simple o doble con queso, siempre con una guarnición de papas fritas y alioli de ajo. En Atlanta, si te gustan las hamburguesas pequeñas al estilo de McDonald's, tienes que probar las hamburguesas de Little Freds o la hamburguesa con queso de Fred's Meat and Bread. Todos los veganos y vegetarianos de Los Ángeles deberían saber que hace unos años la cocina de Burgerlords es completamente basaba en plantas. Su hamburguesa Brainburner está hecha con más de 30 verduras, frutos secos, cereales y especias. 

pasta and wine

Pasta + blanco, naranja o tinto

“Para una pasta cremosa, como una clásica Alfredo, lo mejor es un vino que corte la grasa con su acidez. Podrías ir con un vino blanco ácido, por supuesto, o mezclarlo con un vino naranja del norte de Italia ligeramente macerado. Puede ser un moscatel naranja, que haya tenido un poco de contacto con la piel. Con salsa de tomates, me encanta un vino tinto italiano aromático. El Solo B de Maurizio Ferraro, un vino elaborado 100 % con barbera de Abruzos, es perfecto para casi toda la comida italiana, especialmente un plato de pasta con salsa de tomate”.

Con toda esa información, ya puedes ir ordenando algunas delicias llenas de carbohidratos. En Nueva York, prueba I Sodi. Este restaurante siempre abarrotado del West Village está en DoorDash y Caviar, que te ahorran las largas filas multitudinarias a la espera de su famosa lasaña a sugo. En DC, elige el pappardelli a la castaña de Centrolinade Amy Brandwein. Y en el oeste, Angelini Osteria ha estado satisfaciendo todas las necesidades de gastronomía italiana de los angelinos durante los últimos 20 años. Los Spaghetti Alla Norma (vegetarianos) con berenjena irían a la perfección con ese tinto aromático.

Pollo frito + naranja

El vino naranja (también llamado brisado) es un vino blanco que ha estado en contacto con la piel de la uva y va perfecto con el pollo frito. Cualquier varietal de uvas moscatel o malvasía queda delicioso. Tendrás unas deliciosas notas de frutas tropicales, un ácido suave y una textura excepcional. El sur de Francia es un gran lugar para buscar vinos como este”.

El pollo frito es un clásico plato estadounidense que también tiene un legado de comida coreana y del sudeste asiático. Cuando estés en Filadelfia, ve directamente a Federal Donuts, pero ¡no te dejes engañar por el nombre! Es posible que el pollo frito (en bocaditos o en sándwich) sea más popular que sus donas (también deliciosas). Si quieres probar uno de los pollos fritos más famosos del mundo, dirígete a Roscoe's House of Chicken and Waffles, en Los Ángeles. Pide cualquiera de los combos de la casa y prueba un poco de todo. Si lo que buscabas era KFC (Korean Fried Chicken, es decir, pollo frito coreano) tienes que ir a Insa en Brooklyn. En Insa Fried Chicken sirven un pollo de doble fritura, mezclado con una salsa dulce y picante. ¡Sencillamente perfecto! 

Comida china + tinto liviano

“Este es otro escenario en el que querrás evitar los vinos con muchos taninos que secan la boca. Yo elegiría un tinto liviano, que neutralice el picante y agregue profundidad de sabor a la comida. Buscaría un carignan de California o un gamay etéreo, que tenga mucha fruta pero no demasiado cuerpo, algunas notas especiadas y un alto nivel de acidez”.

No te faltarán opciones de comida china para acompañar esos tintos ligeros, desde la gastronomía ultra picante de Szechuan hasta las recetas cantonesas más suaves. Nos encanta el clásico Nom Wah Tea Parlor. De propiedad y operación familiar, funciona en Nueva York desde 1920 y ahora tiene una segunda sucursal en Filadelfia. No te pierdas los dumplings (de cerdo frito, y camarones y cebolleta) y las demás opciones dim sum del menú, como rolls de arroz con cilantro y cebolleta y los pasteles de nabo. San Francisco es otra gran ciudad de comida china, llena de opciones tanto tradicionales como innovadoras. Prueba Mamahuhu, un nuevo local informal que surgió a partir de Mister Jiu's de Brandon Jew; aquí el menú está lleno de platos clásicos como el brócoli con carne de res y pollo kung pao, todos elaborados con ingredientes de la más alta calidad. 

Chocolate + rosado espumoso o tinto

“Aquí el tipo de chocolate se vuelve un aspecto esencial. Si es dulce y con leche, te conviene elegir un rosado espumoso, como el Bugey Cerdon semiseco. Si es amargo, ve por el clásico maridaje de vino tinto: tanto los de más cuerpo como los más livianos”. Para los amantes de lo dulce, el Barefoot Pink Bubbly Moscato de Prohibition Wine and Liquor en Brooklyn podría ser el ideal. 

A veces, lo único que queremos es un postre de chocolate bien cremoso. Royce, la chocolatería favorita de muchos, llega a la puerta de tu casa en muchas ciudades, incluidas Boston y Nueva York. Elige sus exclusivos chocolates Nama en uno de los muchos sabores, como cacao suave o champán. En Los Ángeles, Sweet Lady Jane Bakery tiene una variedad de productos horneados con chocolate, que incluyen brownies con sal marina y pastel de chocolate con frutos rojos. 

carrot salad and wine

Ensalada + vino con cuerpo

“Combina crujiente con crujiente. Me encantan los vinos blancos con textura, que tal vez hayan estado ligeramente en contacto con la piel de la uva, y que te confunden al punto que ya no sabes si se en un vino blanco o naranja, pero tampoco te importa. En este momento, me encanta el Boire Desir de La Derniere Goutte. Se parece a una IPA con lúpulo: pulposo, cítrico y con base de trigo. Sin dudas, no es el típico chardonnay”.

Los Ángeles es definitivamente una ciudad con infinitas opciones de ensaladas, pero la Chinese chicken salad de Joan's on Third es un clásico. En Via Carota, Nueva York, puedes conseguir la Insalata Verde, una ensalada de culto, que es la definición de perfección. A pesar de que Houston no es una ciudad que se destaque por sus verduras, hay algunas opciones excelentes en Local Table, como la ensalada de kale o de coles de Bruselas asadas con miel y jengibre, ambas vienen en porciones abundantes y llenas de sabor, como le gusta a la gente de Texas.