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Comparadas con otras partes del ave, las alas tienen ventajas inherentes, como tener una mayor proporción piel-carne y ser imbatibles a la hora de ir acompañadas de salsas y condimentos. En las manos adecuadas, al freírlas o cocinarlas en la parrilla se obtiene la carne blanca más jugosa imaginable con una piel maravillosamente crujiente o caramelizada. Y, por suerte, en Los Ángeles se encuentran muchos sitios fantásticos para comer alitas. Puedes hincar el diente a alitas espectaculares con sabores inspirados en Asia, Armenia, Italia y el sur de Estados Unidos, así como preparadas con variadas técnicas culinarias (salmuera, doble rebozado, ahumado a la leña). Aquí tienes 15 de las mejores alitas de pollo de la ciudad, todas disponibles a través de DoorDash. Asegúrate de tener a mano toallitas húmedas.
Woon
Keegan Fong y su madre, Julie Chen, inauguraron su encantador restaurante chino en la histórica zona de Filipinotown en 2019 con fideos gruesos, dumplings y deliciosas alitas de pollo. Los Fong colocan las alitas en una preparación de harina y fécula y, luego, las condimentan generosamente con cinco especias intensas y ajo fresco antes de freírlas. Las alitas son el refrigerio más sabroso.
Bone Kettle
El chef Edwin Tjahyadi destaca su herencia indonesia en su restaurante de Old Pasadena, y lo que mejor la transmite son las alitas de pollo. Pone la parte más carnosa de las alas en salmuera con cítricos y las cubre con almidón de papa mezclado con anís estrellado, lima Makrut y citronela. Bone Kettle termina las alitas de pollo fritas con chiles tailandeses y un chorrito de kecap manis, o salsa de soja dulce, viscosa. Antes de servir, exprime lima carbonizada encima de las alitas para dar brillo.
Night + Market Song
El peek gai hey-ha, también conocido como “alitas de pollo”, de los tres restaurantes tailandeses del chef Kris Yenbamroong en Silverlake, Venice y West Hollywood hacen honor a su nombre. Las crujientes alitas de pollo están cubiertas con la viscosa salsa que comienza con salsa de pescado, azúcar, chiles tailandeses, vinagre y pimienta blanca, y termina con cebolletas. El resultado es perfección dulce, salada y ácida.
Cosa Buona
El chef Zach Pollack no escatima en su pizzería de barrio en Echo Park. Eso se extiende a las alitas de pollo bañadas con la salsa roja picante de Zach: una sabrosa combinación de chiles calabreses, salsa de pescado, miel y mantequilla. Las alitas vienen con bastones de zanahoria y apio, y con una salsa de queso azul ligeramente intensa hecha con gorgonzola para mantenerse fiel al concepto italiano de Cosa Buona.
Shlap Muan Wings
En su restaurante de Long Beach y cocina fantasma de Pasadena, los propietarios Hawk y Sophia Tea se especializan en una cosa: las alitas de pollo inspiradas en su herencia camboyana. No hay forma de equivocarse con ninguno de los estilos de alitas, así sean las alitas de pollo a la naranja que tienen un “picante frutal y único” gracias a un toque de habanero, las alitas Cambodian Dirt® con condimento de pimienta y citronela o las Dirty Elvis Wings al wok bañadas con un caramelo de soja ahumado y dulce.
donnys wings and spicy fries
Donny Harrell, oriundo del sur de Los Ángeles, comenzó a cocinar alitas de pollo y papas fritas para su madre cuando tenía 10 años, y ahora el chef y restaurantero serial ha perfeccionado esta icónica combinación en su restaurante del norte de Hollywood. Las alitas están disponibles como primera y segunda falange, y en sabores como limón y pimienta para chuparse los dedos, delicioso parmesano a la barbacoa o simplemente picante, que hace honor a su nombre. No te pierdas la salsa ranchera casera ni los aderezos de queso azul.
Brooklyn Ave. Pizza Co.
La cultura mexicana y la pizza italoestadounidense se fusionan en este lugar de Boyle Heights, y el resultado es algo hermoso. El chef Jorge Sandoval usa la humilde alita de pollo a modo de lienzo ya sea para cocinarla al horno de leña y condimentarla con gremolata o para freírla y bañarla con polvo de Flamin’ Hot Cheeto. Con respecto a esta última, un bocado de su ingeniosa y deliciosa combinación de polvo de Cheeto, queso para nachos y provolone demuestra que estas alitas no son solo una novedad.
Gorilla Pies
Estas no son las alitas de pollo típicas del viejo antro. En esta pizzería de Valley Village inspirada en Pittsburgh, el chef Ben Osher se toma las alitas en serio. Fríe dos veces las primeras y segundas falanges rebozadas con fécula para que estén más crujientes y las glasea con salsas tales como salsa ahumada al estilo búfalo, y salsa de agave y chile. Sin embargo, es posible que las alitas secas y picantes sean las mejores de todas; se mezclan con yogur en polvo, suero de leche en polvo, ajo en polvo, Tajín y chile en polvo “extrapicante” y, luego, se sirven con salsa ranchera.
Maple Block Meat Co.
En este par de restaurantes especializados en barbacoa en Grand Central Market y Culver City, el asador experto Rudy Suazo marina las primeras y segundas falanges en cítricos, jengibre, té y sal para potenciar el sabor y la jugosidad. Luego, las ahuma sobre madera de durazno antes de darles el toque final en la parrilla. El resultado de todo esto es una alita de pollo compleja y deliciosa. Se sirven con dos salsas caseras: una salsa picante hecha con cayena, vinagre y ajo, y una salsa blanca agria al estilo Alabama.
Palmsugar Thai Kitchen
Verifica tú mismo antes de probar las tentadoras alitas de pollo de la chef Kate Petibas (disponibles en las sucursales de Westwood y el sur de Los Ángeles): los niveles de picante van desde leve (“pequeño toque”) hasta muy picante (“estás loco”). Reboza las alitas dos veces y, luego, les coloca su salsa Muay Thai, un tributo agridulce al deporte de combate popular de Tailandia. Para preparar las alitas con albahaca, las mezcla con salsa de soja, azúcar de palma y salsa de pescado, y las cubre con crujientes hojas de albahaca fritas.
Gus's World Famous Fried Chicken
La sucursal original de Gus’s en Mason, Tennessee, ha generado un imperio del pollo frito que ahora tiene dos sucursales en Los Ángeles, en Burbank y Mid City. Y la expectativa es real. Obtienes tres alitas enteras (el ala, la punta y la blanqueta juntas) moderadamente condimentadas y cubiertas con una piel delgada y crujiente. Las alitas llegan sobre pan blanco con frijoles dulces horneados y ensalada de col crujiente.
Firehouse BBQ
El propietario Haykaram Meliksetyan y su equipo son los hábiles asadores detrás de este restaurante armenio de Glendale. Puedes verlo en las alitas, que se condimentan con pimienta negra, pimentón y una “salsa secreta”, y luego se asan. Después de dejar los huesos limpios, disfruta de una refrescante ensalada armenia con tomate y pepino, tomate asado y lo que elijas entre papas fritas y arroz.
TENKATORI WEST LA
En Sawtelle Japantown, el propietario Masa Fuku continúa una tradición de pollo frito que se remonta a Japón en 1955. El restaurante marina las alitas en salsa de soja, ajo, jengibre y manzana antes de cubrirlas con almidón de papa para producir una delicada cobertura. (Consejo: puedes ordenarlas como específicamente tebanaka, o alones). Hagas lo que hagas, pruébalas con curry en polvo para deleitarte con un sabor terroso y ligeramente picante, y acompaña con salsas como aioli de yuzu, mayonesa picante o agridulce.
Wings 2 Go
Este lugar en el centro comercial de Inglewood cerca del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles y el SoFi Stadium se especializa en “alitas de pollo al estilo Atlanta con toques de sabores de todo el mundo”. Eso significa limón y pimienta, una preparación popular en Atlanta e inmortalizada en el programa de televisión “Atlanta”. El ATL Speacial incluye alones y blanquetas condimentados con salsa picante y espolvoreados con condimento de limón y pimienta, en tanto que el Wings 2 Go Special cambia el guion y baña con salsa picante las alitas que tienen limón y pimienta.
Loaded Wings & Deli
En esta tienda de alitas de pollo, tacos y sándwiches en el sur de Los Ángeles, opta por las alitas que llevan el nombre del restaurante, también conocidas como completamente recargadas. Los propietarios Oren Howard y Daveen Gilmore cubren las blanquetas y los alones fritos con un toque de salsas barbacoa, picante, y de limón y pimienta. Son picantes e intensas en el mejor de los sentidos.
