Hace poco, un domingo por la tarde, metí a mi esposo y a mis hijos en nuestra camioneta (por favor, disculpen el cliché de la familia, pero nuestra vida realmente es así) y manejé 35 minutos hasta Boston. Estaba empezando a llover, por lo que los planes de cenar al aire libre se habían frustrado. Pero no era un problema. Tenía ganas de algo caliente. Algo picante.
Aparcamos en Chinatown y caminamos por un callejón lluvioso. Taiwan Café apareció ante nosotros como un faro entre la niebla; ya estaba casi lleno, con personas que ya habían descubierto lo que estábamos a punto de descubrir nosotros. Mis hijos pequeños ordenaron lo que, probablemente, era el platillo más simple del menú: pollo con brócoli, que vino con un plato de dumplings. Mi esposo levantó un trozo de pollo con la punta de un palillo; su expresión rayaba en la revelación. “¿Y esto qué tiene?”
Ojalá lo supiera. Se parecía a cualquier otro pollo con brócoli: pedazos de carne untados en salsa; trozos de brócoli cortados como arbolitos; un cuenco de líquido extra para el arroz que se acumula en la base del plato. Pero era diferente. Era mejor. Y es que el barrio chino de Boston es un destino culinario infravalorado. El corazón vivo, vibrante y palpitante de Boston es un barrio chino de primer nivel, absolutamente a la altura de los de Nueva York y San Francisco. Aquí van seis razones por las que deberías ordenar en estos restaurantes de Chinatown en Boston a través de DoorDash (¡me lo agradecerás!).
1. Está lleno de negocios bien establecidos
Algunos clásicos de Chinatown, como Taiwan Cafe, están en Boston desde hace más de 30 años. Importante: no hagas lo que hice yo y cometas el error fatal de omitir el plato estrella, el pescado blanco al estilo de Sichuan. En el restaurante, este platillo se sirve en un wok gigante, repleto de pimientos picantes. Ese domingo gris y lluvioso, la gente en las mesas a nuestro alrededor comenzó a recibir sus woks. Nos quedamos mirando con nostalgia mientras comíamos nuestros dumplings de cerdo con cebollín (¡absolutamente deliciosos!), mini bollos al vapor con cerdo y carne de res y cilantro envueltos en panqueques de cebolleta. Sin embargo, al omitir el pescado del restaurante nos habíamos perdido una parte importante de la experiencia.
Vale la pena visitar el New Jumbo Seafood, un restaurante de la vieja escuela. En el lenguaje de Chinatown cuando un negocio está “bien establecido”, significa que “sabe lo que hace”, y New Jumbo, o Jumbo, según a quién le preguntes, ciertamente sabe cómo preparar una comida sabrosa. A pesar de que se lo asocia con los mariscos, este restaurante sirve mucho más que esto. Sí, las almejas frescas en salsa de frijoles negros son deliciosas (al fin y al cabo, estamos en Nueva Inglaterra) y las vieiras crujientes en salsa de pimienta generan un contraste delicioso entre la calidez de un plato humeante, la frescura y lo picante. Pero no descartes el pato de Pekín preparado de forma tradicional, con la piel muy fina y crujiente, y servido con crepes.
2. Encontrarás una gran variedad de culturas y gastronomía
Una cosa que noté durante mi último paseo por Chinatown: los restaurantes no eran solo chinos. Encontré restaurantes que representan culturas de toda Asia. Había un restaurante malasio por aquí, otro vietnamita por allí, un local coreano en otra esquina. Entre la diversidad del barrio chino de Boston encontrarás comida taiwanesa y de Sichuan, shabu shabu, sushi y prácticamente todo lo que se te ocurra. Visitarlo no es solo un viaje en búsqueda de comida china. Es un viaje a un mundo de culturas variadas, con muchos tipos de restaurantes diferentes que prosperan al mismo tiempo. Eso es parte de la belleza del barrio chino de Boston, un lugar pequeño que alberga un universo de restaurantes.
Pho Pasteur es uno de esos restaurantes, un lugar vietnamita que se enfoca específicamente en el pho, una sopa que se sirve tanto en el norte como en el sur de Vietnam (aunque en ambas áreas del país se sirven diferentes versiones, con diferentes efectos). El Pho Ga, una sopa de pollo con fideos, se parece mucho al pho que se sirve en Hanoi, en el norte, un caldo más ligero a base de pollo que tradicionalmente viene con fideos de arroz y verduras. En cambio, el Pho Bo Vien, una sopa de caldo de res que se sirve con una albóndiga de ternera, es más tradicional en el sur del país.
En Irashai Sushi, encontrarás un excelente sushi, además de sashimi, maki rolls y teriyaki. El rollo de maki Irashai viene relleno de salmón picante y mango, y cubierto con jurel y atún blanco. Set ablaze by the flame of a torch (algo así como “ardiendo con la llama de una antorcha”) es un roll para quienes quieren encender el paladar. El menú es sorprendente y emocionante, y se aleja un poco de lo tradicional. Hay ingredientes de lujo como uni, que aquí se sirve con un huevo de codorniz, a precios razonables: otro motivo para amar el barrio chino de Boston.
3. Es eminentemente transitable
No he comido en todos los restaurantes del barrio chino de Boston, pero una parte de mí siente que podría hacerlo si quisiera, y eso se debe a que es muy accesible. Rodeado por el distrito de los teatros y el distrito del cuero, el vecindario está organizado en forma de una T invertida. Es técnicamente uno de los barrios chinos más grandes fuera de la ciudad de Nueva York, con una entrada indicada por una puerta paifang tradicional. Lo que hace que Boston sea indeseable para algunos (por lo pequeño que es), es una ventaja cuando se trata de Chinatown. Boston es tan pequeño que puedes caminar desde North End hasta South End en menos de una hora, si mantienes el ritmo. Para los comensales hambrientos interesados en explorar las joyas culinarias del vecindario, esto supone menos tiempo en el pavimento y más tiempo en los restaurantes. Esta es un área con ambiente cosmopolita pero accesible, es decir que puedes llegar rápidamente a cualquier lugar al que necesites ir.
Five Spices House es un restaurante de Sichuan en Beach Street, que por fuera no dice demasiado (sobresale en una esquina solitaria, sin mucho que ver, con letreros negros que anuncian su presencia). En el interior, la experiencia es otra historia. Aquí vale la pena sumergirse en las especialidades regionales de Sichuan, como el riñón de cerdo y el mala dry pot (puedes elegir qué ingredientes agregar, por ejemplo patas de pato, vieiras, brotes de bambú y hongos enoki). El nivel de especias en este restaurante es importante. Una capa humeante, naranja y brillante, reforzada por los granos de pimienta de Sichuan, te asalta el paladar de la mejor manera. En cuanto a la cantidad de picante que estás dispuesto a probar, eso depende de ti.
Otra estrella del vecindario es Avana Sushi, un restaurante dentro de otro restaurante (está dentro de un patio de comidas que vale la pena visitar). Conocido por los habitantes de la ciudad por sus ofertas de almuerzo económicas (una comida incluye una sopa de miso, un maki roll y la opción de dos guarniciones), Avana produce sin parar algunos de los sushi rolls más asequibles y sabrosos de Boston. Un corto paseo, dos excelentes restaurantes (y muchas más joyas por descubrir, por supuesto) es solo una de las razones por las que vale la pena visitar el barrio chino de Boston.
4. El barrio sigue vivo
En los barrios chinos de otras ciudades tal vez no haya espacio para los restaurantes nuevos. Este no es el caso en Boston; aquí continúan abriendo y floreciendo restaurantes nuevos e interesantes.
Si bien Gene's Chinese Flatbread Cafe no es exactamente nuevo, sigue siendo parte de la cultura emergente de Chinatown. En las afueras de Chinatown (que actúa como frontera con el vecindario conocido como Downtown Crossing), Gene's ofrece fideos hechos a mano y tazones de fideos estilo Xi'an. Se pueden personalizar los fideos artesanales a tu gusto (nada picante, medio picante, extra picante; con más cordero, cerdo, verduras o fideos; con guarniciones de huevos, brochetas o salsa de chile). Con el estilo del noroeste de China, la comida es rica y el menú es sencillo. Encontrarás sándwiches envueltos en pan plano tradicional (pídelos o arrepiéntete para siempre) y brochetas de cordero con comino picante hechas con paletilla de cordero: una gran variedad de sabores en un espacio pequeño. Sí, en Boston.
5. Es increíblemente histórico
El barrio chino de Boston es el único barrio chino histórico de Nueva Inglaterra, con raíces que se remontan al siglo XIX. Este vecindario recibió alguna vez a inmigrantes de Siria, Italia e Irlanda. Luego, a fines del siglo XIX, comenzaron a establecerse en el vecindario los inmigrantes chinos. Sin embargo, no es solo la historia de las inmigraciones lo que hace que el barrio chino de Boston sea tan fascinante. Al igual que la ciudad misma, que está llena de casas históricas que datan de hace siglos, esta parte de Boston cuenta con monumentos históricos, como el edificio Hayden de Washington Street, que fue construido en 1875 y diseñado por el arquitecto Henry Hobson Richardson en el siglo XIX.
Después de un recorrido panorámico por la historia arquitectónica de la zona, que incluye, por supuesto, un paseo por el edificio Hayden, te dará mucha hambre. El restaurante Penang, en Washington Street, es la oda de Chinatown a Malasia. Aquí el pollo satay viene servido con una salsa de maní de Malasia, que, por sí sola, vale la pena la visita. Los platos de curry y fideos son unos productos importantísimos de la gastronomía de esta zona y de este menú. Prueba el pollo al curry verde: con trozos de pollo marinados en curry verde, servidos con frijoles verdes y berenjenas en un caldo de coco. En el Chow Kueh Teow, un plato famoso de Malasia, se combinan camarones frescos, calamares, brotes de soja, cebollín, huevo, salsa de soja y pasta de chile en un salteado con fideos de arroz planos: un platillo delicioso con sabores dulces y notas saladas, que evoca la amplitud de la gastronomía de este país.
A menudo pienso en un amigo mío que ha vivido tanto en Nueva York como en Boston (finalmente se mudó a Maine) y que una vez me dijo: “El barrio chino de Boston es mejor que el de Nueva York”. Dumpling Cafe, también en Washington Street, es un ejemplo sorprendente de cuánto puede contener este pequeño vecindario. Es un restaurante de estilo taiwanés que ofrece dumplings rellenos de cerdo y puerro; bollos jugosos (a veces les dicen dumplings para sopa) con caldo y carne de cangrejo; dumplings fritos al estilo taiwanés con un exterior crujiente tan delicioso que es difícil no imaginarse ordenando un segundo plato antes de irse. La berenjena especiada y picante (picante en serio) al estilo taiwanés es otro imperdible de este modesto restaurante en este vecindario histórico.
6. Apoyar a los barrios chinos es más importante que nunca
La pandemia reabrió una herida en los barrios chinos de los Estados Unidos, la vieja herida del racismo que estaba cicatrizada se ha vuelto a abrir. Una combinación de circunstancias económicas y racismo hizo que fuera particularmente difícil para estos vecindarios superar las tremendas pérdidas de los últimos tres años. Para quienes amamos la comida, lo mejor que podemos hacer es apoyar a estos lugares que nos han alimentado en los mejores y en los peores momentos. La comida deliciosa e irreemplazable que estos restaurantes han puesto en nuestros platos solo existe si los comensales estamos aquí para comprarla.
Por eso voy a cenar a lugares como Shojo, un restaurante asiático con una lista de cócteles japoneses que están a la altura de los bares más populares de la ciudad. Los refrigerios favoritos de este restaurante son el bao de berenjena frito (con berenjenas autóctonas), el alioli de frijoles negros, una salsa de cítricos yuzu y las costillas Wu Tang Tiger Style, perfumadas con albahaca tailandesa, aceite de chile y lima. El Shojonator es un juego de palabras con el Baconator de Wendy's, pero en lugar del panecillo con semillas de sésamo, esta versión viene con un esponjoso pan bao. ¿Y adentro? Una hamburguesa de res de un cuarto de libra, tocino ahumado y el llamado kimcheese, algo que probablemente debería ser una marca registrada.
También vale la pena destacar lugares informales, como Tea Do, un café dedicado al arte del té boba (perlas de tapioca masticables y flexibles, que se sumergen en tazas altas y heladas de té con leche, con una infinita variedad de sabores). Los tradicionalistas, como yo, preferimos algunos de los sabores más sutiles, como el taro de color lila (el taro es un tubérculo con un sabor dulce muy sutil parecido al de la nuez). Pero también hay té verde y té negro con leche, así como una gran cantidad de batidos. Tea Do también ofrece refrigerios japoneses, como una serie de onigiris, que son paquetes de arroz envueltos en forma triangular y rellenos con diferentes sabores: spam, camarones, salmón. Para mi presupuesto, la combinación perfecta es un té (frío) y un takoyaki (un pastel de trigo horneado, con pulpo y una salsa muy interesante).
Apoya al barrio chino, donde sea que estés, y la próxima vez que estés en Boston, no olvides apoyar el mío.