Cuando Mónica Díaz comenzó a trabajar en el restaurante familiar, Frida Room, en Pilsen, ayudaba a empaquetar las órdenes para llevar después de la escuela. Sin embargo, en lugar de abrirse camino como parte del personal de atención al cliente del restaurante, tenía en mente un puesto mejor: gerente de redes sociales. Gracias, en gran parte, a la cuenta de Instagram ingeniosa y tentadora que mantiene, Frida Room ha atraído a una sólida base de fanáticos a quienes les encantan su brunch latino casero, sus creativos cafés y su decoración original, que rinde homenaje a diferentes aspectos de la cultura mexicana, como la lucha libre, el skate y Frida Kahlo, a quien el restaurante debe su nombre.
“Pilsen ahora es el distrito de las artes”, afirma el padre de Mónica, Ángel Díaz. “Recibimos turistas de todas partes que vienen a visitar el Museo Nacional de Arte de México y luego vienen a almorzar. Me asombra la cantidad de personas que recibimos de los suburbios que han oído hablar de nosotros. Me encanta la diversidad de personas”. Ángel les da crédito a los esfuerzos en línea de Mónica. “La dejo hacer lo que crea que es bueno para el negocio”, cuenta Ángel.
Ángel creció en la casa de sus abuelos en la Ciudad de México. Su abuelo, un chofer de autobús de larga distancia, estaba ausente con frecuencia, por lo que él pasaba mucho tiempo sentado a la mesa de la cocina con su abuela, Josefina. “Siempre me preparaba estas recetas increíbles”, recuerda. En particular, le encantaban los sándwiches de desayuno de una sola tapa, llamados molletes, untados con enfrijoladas y queso.
A los 14 años, partió hacia Chicago para reunirse con su tío, que ya había emigrado, y se estableció en Wrigleyville. “¡Era increíble!”, afirma al recordar las imágenes y los sonidos de su nuevo hogar. “Sabía que este era mi lugar. Aquí era donde quería estar”.
“Me asombra la cantidad de personas de los suburbios que han oído hablar de nosotros. Me encanta la diversidad de personas”.
Trabajó duro, primero como contratista para una empresa de comunicaciones y, luego, como propietario de varias tiendas de teléfonos celulares. Con el tiempo, comenzó a ir en busca de su pasión y a contratar bandas mexicanas alternativas en diferentes lugares de Chicago. En 2015, compró un lugar para desayunar en el corazón de una zona latina de Pilsen repleta de bares, restaurantes, galerías y floristerías, y se puso a trabajar en el desarrollo de un menú basado en sus platos favoritos preparados por su abuela.
Josefina tenía miedo de viajar en avión y se negó a ir a Chicago, por lo que comenzaron una larga serie de llamadas nocturnas durante las cuales ella le explicaba sus recetas. Ángel aprendió a hacer las enfrijoladas y buscó el tipo correcto de crema mexicana para los chilaquiles.
Mientras Ángel desarrollaba el menú, se aseguró de combinar platos mexicanos y estadounidenses para el desayuno y el almuerzo a fin de atraer a una multitud lo más variada posible. Las enchiladas verdes con huevos, los chilaquiles, los huevos rancheros y, en especial, los molletes (por lejos, el plato más popular) de Josefina ocupan una parte del menú, mientras que los panqueques de plátano y fresa, los parfaits de yogur y las papas a la sartén son protagonistas de la otra. En el almuerzo, las hamburguesas y los paninis se suman a la fiesta. Las bebidas expreso aquí son únicas: por ejemplo, el café con leche azteca con chocolate, canela y una pizca de pimienta negra.
Recientemente, Ángel comenzó a ofrecer en el restaurante un evento nocturno permanente llamado Frida de Noche, una colaboración con el chef Christian Orozco, que combina el estilo de alta cocina y un formato de menú de degustación de jueves a sábado. “Es un ambiente diferente en la cena”, dice Ángel.
La mayoría de los días encontrarás a Ángel en el restaurante: cocinando, ubicando a los comensales, limpiando las mesas, conversando con los clientes habituales. Sin embargo, no verás a Mónica, que se mudó a California para continuar sus estudios. Pero aún trabaja en línea, seleccionando el tentador contenido de Frida Room y compartiendo TikToks creados por clientes felices.
“Ella es mi amor”, dice Ángel, “el amor de mi vida. Siempre está conmigo cuando la necesito”.