Para el público de los TikToks de Keith Lee, el orden de las operaciones casi nunca cambia. Por lo general, sus videos cortos comienzan con Lee, de 26 años, sentado en su auto o en la silla plegable de Paw Patrol de su hija y sosteniendo una bolsa o una caja de comida caliente y con frecuencia transpirada. No hay música, no hay valor ni filtros de una producción superflua, solo Lee y un plato empaquetado listo para consumir. Luego, Lee rápidamente menciona el negocio del cual es la comida y el motivo por el que la prueba, antes de lanzar su frase de marca registrada: “Probémosla y califiquémosla del uno al 10”, dice mientras mira directamente a la cámara. Desde allí, la comida desencadena una respuesta eufórica o una evaluación regular, y Lee la califica en consecuencia.
Con más de 4000 videos hasta el momento en que se escribió este artículo, Lee se ha convertido en uno de los creadores de contenido gastronómico más populares de las redes sociales. Su estilo franco ha atraído a unos 13,6 millones de seguidores y ha generado 556 millones de “Me gusta” en TikTok únicamente (y sigue sumando).
Ha convertido el hecho de probar platos delante de cámara en un trabajo a tiempo completo que genera asociaciones con marcas, oportunidades de viajes y apariciones en las redes sociales. Por definición, es crítico gastronómico profesional, si cambiamos nuestra definición de lo que pueden ser críticas gastronómicas en el proceso.
“Imagino que soy Anton Ego”, bromea Keith Lee, haciendo referencia al acerbo crítico gastronómico de la famosa película “Ratatouille” de Pixar. Ego es lo que muchas personas probablemente se imaginan cuando piensan en la profesión: una figura sumamente seria y oscura que tiene la tarea de elegir los mejores y peores restaurantes, y que puede provocar el éxito o la ruina de un establecimiento con solo unas pocas palabras.
Históricamente, los críticos gastronómicos han operado de manera semianónima, intentando por todos los medios posibles que no se los descubra cuando prueban un restaurante para una posible reseña. Pueden hacer reservas con un nombre falso o incluso usar un disfraz para evitar ser identificados por los trabajadores y chefs de los restaurantes que le servirán una comida que un cliente normal no recibiría, algo que generaría una reseña influenciada.
Sin embargo, aunque Lee puede tomar sus reseñas tan seriamente como Anton Ego u otros críticos gastronómicos profesionales, es el estilo personal que aporta a sus reseñas delante de la cámara y la variedad de restaurantes que cubre, desde lugares familiares locales hasta franquicias de miles de millones de dólares, lo que hace que su público regrese por más. La magia de las reseñas de Lee es exactamente lo que ves: un hombre comiendo y diciéndote lo que piensa.
Lee, que nació y se crió en Detroit, es un exluchador de artes marciales mixtas que comenzó su carrera en 2017 a la edad de 20 años y pronto se mudó a Las Vegas con su esposa y sus dos hijos para tener un mayor acceso al mundo de las luchas profesionales. En 2020, en busca de una manera de sentirse cómodo delante de la cámara y conseguir seguidores para su carrera en las artes marciales mixtas, Lee comenzó a filmarse mientras probaba platos para llevar de restaurantes cercanos. Nervioso, intentaba mantenerse tranquilo y hablar con oraciones cortas para poder llegar rápidamente al punto. “Al principio, hablaba ante la cámara de manera estoica porque me ayudaba a relajarme”, cuenta. “Era un mecanismo de afrontamiento”.
“Imagino que soy Anton Ego”, bromea Keith Lee, haciendo referencia al acerbo crítico gastronómico de la famosa película “Ratatouille” de Pixar. Ego es lo que muchas personas probablemente se imaginan cuando piensan en la profesión: una figura sumamente seria y oscura que tiene la tarea de elegir los mejores y peores restaurantes, y que puede provocar el éxito o la ruina de un establecimiento con solo unas pocas palabras.
El estilo se ha convertido en su firma; la franqueza ya no es una consecuencia, sino el objetivo de sus videos. “Me gusta la autenticidad”, comenta. “Soy yo y me ves simplemente comiendo”.
Los resultados de una buena reseña de Lee pueden cambiarle la vida a los propietarios de un pequeño negocio. Gary Shanks, propietario de Southern Taste Seafood en Las Vegas, lo sabe por experiencia propia. El 18 de enero de 2023, Lee publicó un video en TikTok sobre el negocio de Shank, dado que Gary le había dicho que, si bien a las personas les encantaba su comida, el volumen de ventas era bajo. Luego le otorgó a la hamburguesa con papas fritas de Southern Taste Seafood una calificación de 9,5 de 10 (Lee es alérgico a los mariscos, así que eso fue todo lo que pudo ordenar del menú). Al día siguiente, los seguidores de Instagram de Shank aumentaron de un poco más de 20 a 9000.
“Simplemente explotamos inmediatamente después de que publicó la reseña”, cuenta Shank. “Le genera ventas a los negocios pequeños como el mío que normalmente no tendrían esa atención”. Hoy Southern Taste Seafood cuenta con más de 20 000 seguidores y tiene mucha demanda gracias a un aumento de los clientes.
Pero Lee no ve su éxito en los números. “No me considero un influencer”, dice. “He estudiado gastronomía y el proceso de la comida, y ahora también hago eso”.
Lee atribuye su experiencia culinaria a cuando era luchador de artes marciales mixtas y solía cocinar cuatro veces al día para mantener su peso, con lo que aprendió las mejores técnicas y cómo lograr determinados sabores en el proceso. Hoy en día, utiliza la misma experiencia para probar diferentes gastronomías en un formato que muchos comensales pueden mirar y entender.
“Me gusta la autenticidad”, comenta. “Soy yo y me ves simplemente comiendo”.
Y ahí es donde está la belleza de las reseñas gastronómicas de Keith Lee: vemos un verdadero experto culinario artífice de su propio éxito que prueba comida en los mismos contextos en los que comemos nosotros, especialmente durante los últimos años. Las escenas que miramos de él nos recuerdan a cuando comemos en el auto e intentamos no derramar nada entre los asientos, o en casa en la mesa o en una silla de niño, en cualquier lugar donde podemos encontrar un poco de estabilidad entre la vida laboral y personal para disfrutar una comida.
Si bien es posible que el carisma sea la mayor cualidad de Lee, cuando le pregunto si alguna vez se preocupa por el hecho de que haya otro crítico como él, no duda en responder: “Solo hay un Keith”.
CRÉDITO DE LA FOTO: cortesía de Keith Lee