La “salsa naranja” de La Victoria Taqueria es tan popular entre los amantes de la comida del Área de la Bahía que si buscas #lavicorangesauce en Instagram, la verás sobre infinidad de albóndigas, tater tots y sándwiches. También la verás a punto de ingresar en la boca de un fanático con la leyenda: “Lo mejor que se creó en este planeta”. En efecto, el condimento patentado que se ofrece en las cinco sucursales de La Victoria en San José y en su único puesto remoto de Hayward es codiciado, y con razón. Pero con 25 años de éxito en el haber de esta cadena de restaurantes boutique mexicanos de propiedad familiar, la salsa secreta de La Vic es mucho más que su famosa salsa.
Desde el principio, el objetivo de Marcelino fue llevar los sabores de su infancia a su comunidad. Se tomó la tarea muy en serio; utilizaba y, en ocasiones, evolucionaba las recetas tradicionales, e importaba todas las especias de Oaxaca.
Todo en el restaurante de comida rápida e informal tiene carácter distintivo gracias a su fundador y propietario, Marcelino Barrita, y su familia. En 1977, Marcelino se mudó a San José, California, desde Oaxaca, México, con su esposa, Antonia, y sus tres hijos. Sin embargo, se estableció en el área durante 11 años antes de abrir La Victoria Taqueria en una casa victoriana en East San Carlos Street, en el centro de San José.
El humilde restaurante con servicio de mostrador, que aún incluye más o menos el mismo menú conciso que cuando abrió sus puertas, se convirtió en un clásico al instante. Con el transcurso de los años, Marcelino abrió más sucursales en San José: en la calle Santa Clara cerca de la plaza San Pedro, en las calles Fourth y Julian, en las calles Fourth y Gish, y en la autopista Almaden, así como el lugar en Hayward.
Desde el principio, el objetivo de Marcelino fue llevar los sabores de su infancia a su comunidad. Se tomó la tarea muy en serio; utilizaba y, en ocasiones, evolucionaba las recetas tradicionales, importaba todas las especias de Oaxaca (algo que aún hace hoy en día) y hacía casi todo desde cero.
La Victoria Taqueria, que próximamente cumplirá tres décadas, sigue siendo una victoria.
Apenas pruebas la carne asada (la carne más popular del restaurante, de la cual se venden 7000 libras por semana), queda claro que aquí la comida te transporta. Su marinada con 10 ingredientes, elaborada a partir de una receta de más de 50 años que es una reliquia, incluye ajo, tomates, verduras, cebolla, laurel, orégano y un poco de cerveza. A la parrilla y dentro de un burrito con abundante relleno o un taco para comer con las dos manos, su sabor intenso y sabroso se destaca y ofrece pura satisfacción.
Sin embargo, privarse del chorizo, tal vez con huevos dentro de un burrito de desayuno o coronando un abundante colchón de nachos, sería un grave error. Al igual que todos los ingredientes especiales de La Vic, la salchicha molida es casera y se elabora en la cocina de comisariato designada de la familia para garantizar coherencia en todas las sucursales. Condimentada a la perfección con las especias mexicanas importadas mencionadas anteriormente, es espectacular.
El al pastor recibe un amor parecido en la cocina, que se traduce en virutas bien condimentadas de delicioso cerdo asado al plato o en el burrito o taco.
Marcelino y Nick, Marcos y Byanka (tres de sus seis hijos, los cuales se criaron en el negocio y ahora ayudan a administrarlo) incluso le otorgan a los frijoles el respeto que se merecen. ¡No cocinan los pintos a fuego lento de la forma clásica! El equipo de La Vic va un paso más allá y fríe las legumbres hervidas en aceite de maíz condimentado con cebolla y ajo, lo que aporta un toque sabroso al básico del menú.
Y, desde luego, está la famosa salsa naranja. Creada por Marcelino poco después de abrir la ahora insignia sucursal original, es una versión actualizada de una salsa espesa de Oaxaca apta para comer con cuchara. La versión de La Vic, que debe su nombre a su color e incluye una combinación secreta de chiles rojos deshidratados, cebollas blancas, tomates, ajo, aceite y más, tardó años en perfeccionarse para ser la versión cremosa, fácilmente vertible y muy celebrada que es hoy en día. Los comensales pueden agregar guarniciones pequeñas de la salsa patentada a sus órdenes de entrega a domicilio, pero se corre la voz de que también puedes comprarla por botella. Y las personas lo hacen.
Todos los meses, el equipo prepara aproximadamente 3000 galones de salsa naranja y vende un promedio de 15 000 botellas (y más durante la temporada festiva). Nick Barrita explica: “Las personas la compran para regalar, para cenas, para comidas de Navidad y del Día de Acción de Gracias, y simplemente para tener en el refrigerador. Para bodas y cumpleaños de 15, la envasan con una etiqueta personalizada para entregar como souvenir”. La salsa naranja de La Victoria Taqueria, vegana y sin conservantes, se puede guardar en el refrigerador por hasta un mes o más, y te permite dar un toque especial a huevos, ensaladas, sándwiches, y platos de pescado, pollo y carne con tan solo apretar una botella dispensadora.
Si bien es muy exitosa, la salsa naranja de La Victoria no es la mayor contribución a South Bay. A medida que el pequeño imperio multigeneracional cruza el umbral de su aniversario de plata (mantente atento a Instagram para obtener información sobre su fiesta en el vecindario a fines de 2023), continúa empleando a más de 100 personas a nivel local. Dona comida a iniciativas locales, como el programa Latino Role Model y la organización de recaudación de fondos Dream Club de Sequoia High School para apoyar las oportunidades educativas para estudiantes indocumentados. Y, por supuesto, sigue siendo el lugar para recurrir en busca de generosas porciones de los claramente favoritos recién hechos de La Vic.
Todo en el restaurante de comida rápida e informal tiene carácter distintivo gracias a su fundador y propietario, Marcelino Barrita, y su familia.
Marcelino no pudo haber sabido el impacto que generaría cuando abrió su primer restaurante hace décadas. Pero claramente le puso el nombre adecuado a su negocio: La Victoria Taqueria, que próximamente cumplirá tres décadas, sigue siendo una victoria.
CRÉDITO DE LA FOTO: Stan Lee
