*Este artículo incluye menciones de tiendas o marcas que son socias de DoorDash, por lo tanto DoorDash puede recibir una comisión si eliges realizar una compra de estas tiendas o marcas.
El amor de María Herrera por la comida comenzó en la mesa de su abuela, donde las cenas familiares (¡a las 5:30 p.m. en punto, sin excepciones!) eran un ritual nocturno.
“Todo lo que hacía mi abuela era siempre de primerísima calidad”, recuerda. Las comidas tradicionales mexicanas reconfortantes eran sus favoritas de la infancia: fideos y sopitas calientes y caldosas hechas en casa. Pero lo que más le gustaba era el guacamole de su abuela, tanto que lo pedía para cada cumpleaños.
"Hasta el día de hoy, nunca he comido uno mejor", declara Herrera. “Nunca”.
Ahora siendo madre, la chef autodidacta residente en Texas tiene su propia receta de guacamole inspirada en su abuela, que puedes encontrar en su popular canal de TikTok, Pizquita de Sal. El nombre proviene de la madre y la abuela de Herrera.
“Cada vez que pedía una receta, siempre me decían ‘nomas échale una pizquita’, lo cual, honestamente, no es de ninguna ayuda cuando se intentan recetas nuevas”, se ríe.
Herrera ha conseguido más de un millón de seguidores con sus vídeos de cocina vibrantes y fáciles de seguir, centrados en documentar recetas para sus hijos.
El estilo cálido y accesible de Herrera, un alejamiento del método de “amor duro” que ella dice que a menudo se asocia con las mamás mexicanas, ha resonado con su audiencia.
“Me esfuerzo por mostrar todos los pasos clave en mis recetas para que no se pase nada por alto”, explica. “Enseño de una manera que me gustaría aprender. Mi esperanza es mantener viva nuestra cultura y patrimonio haciendo que estas recetas sean accesibles para todos”.
Esta actitud se extiende mucho más allá del mundo digital. Herrera también es una consumada anfitriona en la vida real, que invita regularmente a amigos y familiares a días de juego, cenas y noches de manualidades, que a menudo documenta en las redes sociales. Su reunión más reciente fue una noche de “Tortas y Tapetes”, que fusionó tortas caseras y decoración de tapetes festivos hechos en casa.
“Me gusta usar a mis amigos como conejillos de indias cuando estoy probando algo nuevo”, dice. “La idea de hacer un tapete surgió de un vídeo de TikTok que vi. Ahora que todos estamos creciendo y tenemos hijos, es más difícil salir todo el tiempo. Esta parecía la actividad perfecta: algo divertido y fácil para hacer juntos en casa”.
Para prepararse para el evento, Herrera instaló dos estaciones: una con suministros para decorar tapetes, como pinturas, plantillas y marcadores de pintura acrílica; y otra con todos los ingredientes de la torta deconstruida: bolillos esponjosos, jugosas tiras de bistec marinado, algunos tipos de quesos y aderezos clásicos como jalapeños encurtidos y lechuga fresca. Abasteció ambas estaciones casi en su totalidad con suministros y comestibles entregados a través de DoorDash.
“DoorDash me facilita mucho las cosas como cocinera porque sé exactamente lo que voy a recibir”, afirma. “Además, el comprador solo envía un mensaje de texto si necesita hacer una sustitución, lo que honestamente es la mejor característica. Cuando tengo invitados en casa, odio tener que pedirle a mi marido que me traiga algunas cosas de último momento: siempre termina en cinco llamadas de FaceTime y un millón de mensajes de texto. Mi Dasher tuvo que hacer un par de cambios, pero me dio opciones fáciles para elegir”.
DoorDash resultó especialmente útil cuando Herrera se dio cuenta, apenas unas horas antes de que llegaran los invitados, de que le faltaba un artículo clave: pinceles. Con unos pocos toques rápidos en la aplicación, estaba todo listo.
“Cuando eres anfitrión, el tiempo pasa muy rápido”, dice. “Poder tener a alguien que haga recados por ti mientras estás en casa preparando todo se siente como tener un asistente”.
El evento fue todo un éxito, lleno de risas, comida deliciosa y sorprendentes muestras de astucia.
“Originalmente pensé que solo mis amigas participarían en la pintura, pero los maridos también se unieron y se involucraron muchísimo, mucho más de lo que esperaba”, dice Herrera. “Y tener una estación de tortas caseras fue una muy buena idea. “Todos hicieron sus tortas exactamente como querían, lo que lo hizo muy fácil para mí”.
¿Lo mejor de todo? A las 9 p. m. todos habían salido de la casa. La abuela estaría orgullosa.
CRÉDITO DE LA FOTO: Cortesía de Pizquita de Sal
