Durante los últimos 14 años, todos los meses de enero han llegado grandes naranjas con cáscara arrugada y un bulto en la parte superior a los mercados de todos los Estados Unidos. Se llaman Sumo Citrus debido a su pequeño bulto en la parte superior, que, según se dice, imita al nudo de un luchador de sumo. Durante los últimos cinco años, como el Sumo Citrus ha aumentado su distribución y ha seguido invirtiendo en marketing, la fruta ha adquirido una enorme popularidad y ha acumulado muchos fanáticos superleales. A las personas que conocen el Sumo Citrus les encanta, y eso se debe a que esta fruta no se parece a ninguna otra.
En primer lugar, la cáscara suave y maleable del Sumo Citrus facilita el hecho de pelarlo. Incluso podrías obtener un espiral con las cáscara de un Sumo Citrus entero al pelarlo. A diferencia de otros tipos de cítricos, el jugo del Sumo Citrus permanece en el interior de la piel, por lo que no te ensucias ni te mojas las manos (en lugar de terminar con las manos pegajosas o aceitosas) cuando separas los gajos. Esta experiencia que no deja rastros hace del Sumo Citrus una opción excelente para un refrigerio para llevar, ya sea para cargar en el bolso del gimnasio o para llevar algunos durante un vuelo.
¿Y qué hay con respecto a su sabor? Muerde un trozo de un Sumo Citrus y la boca se te inundará de un dulzor generalizado que se parece más a un dulce que a una fruta. Son ácidos de una forma tranquila, un equilibrio ideal de ácido y dulce. (En promedio, el Sumo Citrus tiene una puntuación de 14 o más en la escala Brix, que indica el dulzor al medir la cantidad de azúcar de un líquido. En comparación, las naranjas de ombligo generalmente tienen una puntuación de entre 10 y 12). Cuando comas un Sumo Citrus, también notarás que no aparecen semillas en el camino. Así es, además de sus otros atributos exclusivos, el Sumo Citrus no tiene semillas.
Otra cosa que destaca al Sumo Citrus son sus seguidores de culto, personas que expresan su amor por la fruta por todas las redes sociales. Los fanáticos del Sumo Citrus también incluyen celebridades como Jenna Fischer y Eva Chen.
Según Sunnia Gull, vicepresidenta de Marketing de AC Foods, dueña de Sumo Citrus, el estilo de vida de Sumo Citrus va mucho más allá de comer. “Vemos que, con el Sumo Citrus, los consumidores crean arte. Vemos que los consumidores nos envían recetas o cócteles que crearon con Sumo Citrus”, cuenta. “Recibimos fotos de cientos de calcomanías de PLU (códigos de identificación de precio) por todo el refrigerador de cada fruta que comieron en la temporada. Simplemente hay una pasión orgánica”.
Todo comenzó en la década de 1970, cuando el Departamento de Agricultura japonés cultivó por primera vez la fruta como parte de un programa de investigación del gobierno. El product final, llamado “dekopon” en Japón y “hallabong” en Corea, se hizo conocido en ambos países como el cítrico definitivo: tenía el dulzor de una naranja de ombligo, pero la calidad fácil de pelar de una mandarina satsuma.
En 1998, un agricultor cítrico en los EE. UU. importó un plantón y, más tarde, vendió los derechos a Suntreat, que ahora pertenece a AC Foods. Los productores de Suntreat trabajaron para responder preguntas como: ¿cómo cultivamos esta fruta? ¿Dónde la cultivamos? Una vez que creció, ¿cómo la embalamos para que no se dañe? En 2011, llega a las tiendas la versión estadounidense de la mandarina dekopon, también conocida como Sumo Citrus.
¿Por qué tardó tanto? Hubo un período de espera inicial porque el árbol de Sumo Citrus tarda entre cuatro y cinco años en dar frutos. Y, luego, una vez que el cítrico comienza a florecer, hay una rutina completa para garantizar que los consumidores tengan la mejor experiencia posible: primero, se podan los árboles para asegurarse de que haya suficiente espacio para que crezca la fruta. Una vez que se cosecha la fruta (a mano), se coloca en algo llamado “remolque de suspensión de aire” para que no se dañe en el camino hacia las instalaciones de embalaje. Luego, se traslada a las instalaciones en agua para protegerla más contra daños antes de probar su calidad (por ejemplo, el contenido de azúcar y los niveles de acidez) y embalarla a mano.
“Esta es la fruta más mimada que se te pueda ocurrir”, dice Gull. “Diría que el Sumo Citrus se maneja en una capacidad muy similar [a la fruta con carozo] por la naturaleza sensible de la fruta en sí misma”.
Comer un Sumo Citrus toma menos de un minuto, pero el tiempo y el esfuerzo que se requieren para cultivar esta fruta intensifica su fascinación (y justifica la etiqueta de precio elevado de aproximadamente $3 a $4 por fruta). Su temporada solo dura entre enero y abril, así que consigue tu Sumo Citrus mientras puedas.