La calabaza moscada aporta su textura mantecosa y suave, y su sabor a nuez, a mucho más que solo sopas; queda bien con todo tipo de ingredientes tanto dulces como salados, incluidas las especias dulces de invierno, como la canela y el jengibre, y las hierbas saladas, como la salvia y el tomillo.
Si se guarda en un lugar fresco y seco, la calabaza moscada dura varios meses, por lo que no dudes en abastecerte de esta versátil verdura cuando sea temporada, generalmente entre septiembre y diciembre. Independientemente de que uses una calabaza moscada entera o cubos preparados en el supermercado, te contamos seis de nuestras formas favoritas de usar toda esa calabaza.
Lasaña con pasta de calabaza moscada
Este giro a la lasaña clásica incluye finas rebanadas de calabaza moscada como reemplazo de la pasta. Para hacer la “pasta” de calabaza, simplemente toma el cuello pelado de la calabaza y córtalo en rebanadas de aproximadamente medio centímetro con una mandolina o un cuchillo filoso (¡ten mucho cuidado!). Una vez hecho esto, simplemente colócalas formando capas en tu receta de lasaña favorita y hornea hasta que la calabaza esté tierna (aproximadamente entre 50 y 60 minutos a 375 °F) para obtener una comida reconfortante que complacerá a todos y que es una excelente opción para incluir en la mesa de la cena los días festivos.
Semillas de calabaza moscada tostadas
¡No deseches esas semillas! Las semillas de calabaza moscada tostadas son un excelente refrigerio o decoración para ensaladas y sopas de invierno. Para recolectar las semillas de tu calabaza, separa las semillas de la pulpa y colócalas en un colador. Enjuaga las semillas y retira los restos de pulpa que tengan. Una vez limpias, esparce las semillas sobre un paño de cocina o una servilleta de papel y sécalas dando toquecitos. Cuando las semillas estén limpias y secas, mézclalas con aceite de oliva y sal en una bandeja para hornear que tenga bordes y hornea a 325 °F durante aproximadamente 15 minutos. También puedes darle un toque especial con otros condimentos, como azúcar de canela, chile en polvo, tajín y curry en polvo. Si almacenas las semillas en un recipiente hermético, se conservarán en buen estado durante varios días.
Si se guarda en un lugar fresco y seco, la calabaza moscada dura varios meses, por lo que no dudes en abastecerte de esta versátil verdura cuando sea temporada.
Queso vegano de calabaza moscada
Transforma tu calabaza moscada en queso vegano y sorprende a tus amigos y familiares con algo vegano en reuniones y fiestas antes de los partidos. Desde luego, requiere un poco más de esfuerzo que abrir un frasco, pero es mil veces más delicioso y nutritivo.
Para preparar el queso vegano de calabaza moscada, primero debes asar la calabaza y hacer un puré. Para ello, corta la calabaza a la mitad, a lo largo. Retira y separa las semillas. Coloca las mitades de la calabaza boca arriba en una bandeja para hornear que tenga bordes. Cubre ligeramente la calabaza con aceite de oliva, condimenta con sal y hornea durante 45 a 60 minutos a 400 °F. Una vez que esté lo suficientemente fría como para manipular, usa una cuchara para retirar la pulpa. Luego, con una procesadora o licuadora haz un puré con la pulpa hasta que esté suave.
El queso vegano de calabaza moscada se logra fácilmente mezclando 2 tazas de puré de calabaza moscada, 2 tazas de anacardos crudos remojados en agua durante, al menos, una hora (pero se recomienda dejarlos toda la noche), 1/2 taza de levadura nutricional, 1 1/1 tazas de leche sin lactosa y 1 cucharadita de cada especia, como pimentón, comino y chile en polvo. Condimenta con sal y pimienta a gusto. Sirve como aderezo, sobre nachos o como salsa para tacos, enchiladas, burritos y mucho más.
Pan de calabaza moscada
Para hacer pan de calabaza moscada, simplemente cambia la calabaza enlatada por puré de calabaza moscada horneada en tu receta favorita de pan de calabaza (sí, ¡igual que nuestra sugerencia para la tarta!). No dudes en experimentar con ingredientes como chispas de chocolate, frutos secos picados, arándanos o un toque de queso crema para disfrutar de una delicia otoñal en cualquier momento del día. El pan de calabaza moscada se conserva en un recipiente hermético durante varios días y también puede envolverse en papel de aluminio y congelarse durante tres meses como máximo.
La calabaza moscada aporta su textura mantecosa y suave, y su sabor a nuez, a mucho más que solo sopas.
Tarta de calabaza moscada
¿Viste la calabaza enlatada que compras todos los años? En realidad, no es calabaza. Así es, la “calabaza” enlatada generalmente se hace con uno o más tipos de calabaza, incluida la calabaza moscada todopoderosa. Eso se debe a que estas variedades tienen mejor sabor, textura y color que la calabaza tradicional. Y el USDA no hace una distinción entre calabaza y calabaza moscada a la hora de etiquetar. Por eso, la próxima vez que improvises una tarta de calabaza, reemplaza lo que está en la lata por un poco de puré de calabaza moscada horneada.
Dumplings de calabaza moscada
Todo es mejor cuando tiene forma de dumpling, y la calabaza moscada no es la excepción. Como la calabaza moscada es tan versátil, hay muchos caminos que puedes tomar aquí para aprovechar su sabor, pero nuestra opción favorita tiene inspiración china.
Mezcla 2 tazas de puré de calabaza moscada con 1 cucharada de jengibre picado, 1 cucharada de ajo picado, 1 cucharada de salsa de soja, 1 cucharada de vinagre de arroz y 1/4 de cucharadita de escamas de pimiento rojo. Luego, introduce el relleno en aproximadamente 3 docenas de tapas de wontón caseras o compradas. Para cocinarlos, comienza por sellar los dumplings en una sartén grande a fuego moderado durante 2 a 3 minutos. Luego, agrega 1/4 de taza de agua a la sartén, tapa, baja el fuego y deja que se cocinen al vapor durante otros 5 a 7 minutos. Sirve con tu salsa favorita, como salsa de chile dulce o vinagre negro.
CRÉDITO DE LA FOTO:
Fotografía: Paul Quitoriano
Estilismo: Mary Rupp
Dirección de arte: Sarah Ceniceros