Generalmente, las zanahorias se venden por bolsa o paquete, por lo que, a veces, tienes que ponerte creativo antes de que se echen a perder. Lo bueno es que las zanahorias duran en el refrigerador, como mínimo, entre tres y cuatro semanas (te recomendamos guardarlas en una bolsa hermética con cierre o sellada al vacío).
Desde almuerzos rápidos y fáciles hasta impresionantes platos para una multitud, estas son seis de nuestras formas favoritas de aprovechar toda esa bolsa de zanahorias.
Wrap con zanahoria como protagonista
Este es un almuerzo o refrigerio sencillo y para comer con la mano que puedes hacer en solo unos minutos. Además, puede ayudarte a usar otros ingredientes que tienes en el refrigerador y están en las últimas. Toma una tortilla grande y unta un aderezo a base de yogur (como tzatziki o yogur con aderezo ranchero) encima. Luego, agrega la cantidad deseada de zanahoria rallada o cortada en juliana de 2 pulgadas. Toma un puñado de espinaca y las verduras que tengas, enrolla firmemente y disfruta. Desde luego, podrías agregarle fiambres y queso, pero la zanahoria es la verdadera protagonista de este espectáculo.
Salteado rápido de verduras
Cuando tienes antojo de algo saludable y delicioso, pero estás demasiado cansado para cocinar, este salteado rápido de verduras es una excelente opción. Reúne tus zanahorias y las otras verduras que tengas (el brócoli, la cebolla, el calabacín y los pimientos quedan muy bien) y pica todo de un tamaño relativamente uniforme (esto ayuda a que se cocinen de forma pareja) mientras calientas un poco de aceite en un wok o una sartén. Agrega las zanahorias a la sartén primero y cocínalas durante dos minutos, ya que suelen tardar más en ablandarse, luego agrega el resto de las verduras y cocina durante siete minutos.
Mientras se cocinan las verduras, es hora de preparar una salsa picante estilo teriyaki (recuerda revolver la sartén cada algunos minutos para evitar que las verduras se quemen). En un tazón pequeño, agrega ⅓ de taza de salsa de soja, ¼ de taza de agua caliente (o caldo de verdura), una cucharada de ajo picado, una cucharada de jengibre fresco (rallado o picado), una cucharada de aceite de sésamo, dos cucharadas de miel (puedes reemplazar por azúcar moreno), una cucharada de harina de maíz y hojuelas de pimiento rojo al gusto. Mezcla hasta que la preparación esté uniforme y suave. Agrega la salsa a las verduras y saltea durante otro minuto o hasta que estén cubiertas y la salsa esté sedosa. Sirve con arroz o fideos.
Pastel de carne
Muchos platos acogedores requieren zanahoria, pero el ganador es el pastel de carne: un plato subestimado que se prepara con carne molida, suave puré de papas y muchas verduras (hola, zanahorias).
En una sartén grande, cocina una libra de carne molida a fuego medio/fuerte hasta que esté casi completamente cocida (agrega sal u otras especias al gusto). Luego, agrega una cebolla picada, cuatro zanahorias en cubos, una taza de guisantes congelados, y sal y pimienta al gusto. Una vez que las verduras empiecen a ablandarse (aproximadamente al cabo de cinco minutos), agrega 1½ tazas de caldo de carne y dos cucharadas de pasta de tomate, y cocina a fuego lento durante 15 minutos, revolviendo ocasionalmente. Con una cuchara, coloca la mezcla de carne y verduras en una asadera de 9 x 13 pulgadas y cubre con puré de papas (casero, instantáneo, comprado en la tienda; lo que prefieras), luego espolvorea con ½ taza de queso cheddar rallado. Hornea a 350 °F durante aproximadamente 25 minutos o hasta que el queso haga burbujas y comience a dorarse.
Tarta de zanahoria
Una tarta de zanahoria es una manera ideal de usar muchísimas zanahorias e impresionar a los invitados: es una entrada ideal para un brunch. La receta lleva masa de hojaldre (búscala en la góndola de productos congelados), muchas zanahorias, mantequilla, miel, requesón, queso feta, ajo y tomillo. Precalienta el horno a 425 °F. En una superficie ligeramente enharinada estira una masa de hojaldre descongelada hasta formar un rectángulo de 10 x 14 pulgadas. Marca (usa un cuchillo para hacer pequeñas hendiduras) un borde a una distancia de aproximadamente ¼ de pulgada del extremo y pincha varias veces la masa antes de colocarla en una bandeja para horno forrada con papel de repostería. Hornea en la rejilla superior durante 20 minutos hasta que esté ligeramente dorada, retira del horno y deja enfriar.
Mientra se hornea la masa de hojaldre, corta una docena de zanahorias a la mitad a lo largo (ten en cuenta el tamaño de la masa, ya que querrás que queden bien prolijas) y agrégalas a la sartén a fuego medio/fuerte con dos cucharadas de mantequilla y un poco de sal y pimienta. Cocina durante cinco minutos para que se ablanden y, luego, agrega un chorrito de miel y sigue cocinando hasta que empiecen a caramelizarse.
Mientras se cocinan las zanahorias, en un tazón grande, mezcla ocho onzas de requesón, cuatro onzas de queso feta, una cucharada de miel, dos dientes de ajo picados y una cucharada de tomillo fresco.
Ahora es el momento del armado. Esparce la mezcla de queso en la masa de hojaldre, acomoda las zanahorias encima en una sola capa y hornea durante otros 15 a 20 minutos. Agrega un chorrito de aceite de oliva y las hierbas que quieras, y sirve de inmediato.
Zanahorias fritas
Las zanahorias fritas son una guarnición o un refrigerio excelentes y se preparan en menos de 20 minutos. Lava y pela las zanahorias. Córtalas a la mitad a lo largo y, luego, otra vez de la misma manera. A continuación, corta esos trozos en mitades o tercios según el tamaño de las zanahorias (ahora deben tener el tamaño de una papa frita). Tal vez quieras que todas estén cortadas de forma pareja, pero aquí no debes preocuparte por la perfección. En un tazón grande, cubre las zanahorias con aceite de oliva, sal, pimienta y pimentón (todo al gusto).
Precalienta la freidora a 375 °F, dispone las zanahorias en una capa (es posible que tengas que cocinar por lotes) y cocina durante 12 a 15 minutos; da vuelta cuando pase la mitad del tiempo. Si no tienes freidora, cocina en el horno a 425 °F durante 20 a 25 minutos (también da vuelta cuando pase la mitad del tiempo), aunque estas se parecen más a las zanahorias asadas que a las zanahorias fritas. Sirve con mayonesa de sriracha o aderezo de cebolleta casero (mezcla una taza de yogur natural, una cucharada de jugo de limón, dos cucharadas de cebolleta picada, sal y pimienta al gusto). Almacena las que sobren en un recipiente hermético y recaliéntalas en el horno o en la freidora.
Panqueques de zanahoria
Correcto, desayunaremos zanahorias en forma de panqueque. Estos requieren solo algunos ingredientes que probablemente tengas en tu despensa. Ralla las zanahorias, a mano o con el accesorio para rallar del procesador de alimentos. Mezcla las zanahorias ralladas con una taza de leche, un huevo grande y una cucharadita de extracto de vainilla. En un tazón aparte, mezcla 1¼ tazas de harina, dos cucharaditas de polvo para hornear, una cucharadita de canela, ½ cucharadita de nuez moscada, ½ cucharada de jengibre molido, ¼ de cucharadita de sal, dos cucharadas de mantequilla derretida y ¼ de taza de nueces picadas. Agrega la preparación de las zanahorias y mezcla hasta que esté uniforme (¡ten cuidado de no mezclar en exceso!). Calienta una sartén antiadherente con un poco más de mantequilla y vierte ¼ de taza de mezcla para panqueques. Cocina durante 2 a 3 minutos o hasta que se empiecen a formar burbujas; luego, da vuelta y cocina otro minuto. Retira de la sartén y repite el proceso. Sirve con mantequilla derretida, jarabe de arce y más canela, si lo deseas.
CRÉDITO DE LA FOTO:
Fotografía: Paul Quitoriano
Estilismo de la comida: César Aldrete
Dirección de arte: Sarah Ceniceros
