Una vez que comienza la temporada de sandías, comienza de verdad, y quizás a veces no sepas muy bien qué hacer con una fruta tan grande.No dejes que esta fruta gigantesca se eche a perder en tu refrigerador.Estas son nuestras seis formas favoritas de aprovechar al máximo el verano, y la temporada de sandías, mientras aún esté aquí.
Granita de sandía
La granita es una delicia helada hecha con azúcar y saborizantes.En este caso, puedes hacerlo sin azúcar agregada, con sandía natural que licuarás y congelarás.Procesa la pulpa sobrante de la sandía en un procesador de alimentos o licuadora (no necesitas agregar nada excepto un chorrito de limón o lima) y guárdala en un envase apto para el congelador.Aproximadamente cada hora, raspa con un tenedor, para distribuir los cristales de hielo.Después de aproximadamente cuatro horas (rasparás con un tenedor unas tres veces antes de comerlo) estará listo para comer.A diferencia del helado, no tienes que usar ningún equipo específico para el granizado.Solo congela, raspa y come.Para darle variedad, agrega un toque de sal, un poco de jugo de lima fresco, menta fresca y albahaca, o incluso una cucharadita de Tajín.
Sandía a la parrilla
La sandía asada es una alternativa diferente para esta fruta tan flexible.Corta la fruta en gajos y colócalos directamente sobre la parrilla a fuego alto y directo.Deja reposar las rodajas el tiempo suficiente para que queden marcas de la parrilla, aproximadamente de dos a tres minutos.El carbón sacará notas caramelizadas deliciosas e inesperadas.¡No es necesario cortar la cáscara ni quitar las semillas para esto!Puedes comer tu sandía asada sola, en ensaladas o incluso como parte de una salsa de sandía, con mango, tomates, jalapeños asados y cebollas.Consejo profesional: combínalo con lomo de cerdo a la parrilla para disfrutar de un maridaje perfecto.
Cortezas de sandía en escabeche
¡No tires las cáscaras!Aunque la piel verde de la sandía no es comestible, la parte blanca que se encuentra entre la pulpa roja y el exterior verde sí lo es, y es un delicioso refrigerio de temporada.Primero, quita la capa externa delgada, verde y no comestible con un pelador de verduras afilado.Luego, para un litro de encurtidos, usa ½ taza de vinagre de arroz, seis cucharadas de azúcar, dos cucharaditas de sal kosher y una taza de agua lo suficientemente caliente como para disolver los ingredientes secos.Mezcla la solución; coloca las cáscaras cortadas de una sandía pequeña en un recipiente de un cuarto de galón; cúbrelas con la solución y déjalas reposar toda la noche en el refrigerador.Una vez que estén listas, puedes combinarlas con todo, desde queso hasta sándwiches de pollo frito.Este encurtido se conservará en el refrigerador durante aproximadamente un mes.
Paletas de sandía, albahaca y lima
Dale a la sandía dulce un toque adicional con un poco de jugo de lima y albahaca.Por cada dos tazas y media de sandía, usa dos cucharadas de jugo de lima fresco y una taza de hojas de albahaca trituradas.Combina los tres ingredientes en una licuadora; vierte la mezcla en tu molde de paleta favorito y congela durante al menos seis horas para que el verano dure un poco más.Estas paletas sin azúcar representan lo mejor de la temporada de sandía, y no desperdiciarás ni un poquito de estas frutas superdulces.
Ensalada de sandía, tomate, queso feta y tocino
Dale un toque salado a la sandía combinándola con queso feta, tomates de temporada y tocino crujiente.Prepara un aderezo con tres partes de aceite de oliva extra virgen, una parte de vinagre balsámico de alta calidad y sal y pimienta al gusto; queda muy bien con una ensalada simple como esta.O reemplaza el tocino por chalotes fritos, a los que puedes darle un toque crujiente con solo un poco de aceite de oliva.
Semillas de sandía tostadas
No desperdicies tus semillas de sandía.Pasa una cuchara por las ranuras para recoger las semillas rápidamente; luego enjuágalas con agua para eliminar cualquier resto de fruta.Seca las semillas brevemente con toallas de papel antes de echarles sal y colocarlas en una bandeja para hornear en un horno a 325 grados durante 15 a 20 minutos.El resultado es una delicia salada y con sabor a nuez que queda excelente en ensaladas, sopas de verano o solo, como refrigerio.Las semillas deben almacenarse en un recipiente hermético, como un frasco de vidrio, y mantenerse alejadas de la humedad y la luz.Pueden aguantar hasta dos semanas.
Créditos de las fotografías:
Fotografía: Paul Quitoriano
Estilismo culinario: Mary Rupp
Dirección de arte: Sarah Ceniceros
