* Este artículo incluye menciones de tiendas o marcas que son socias de DoorDash, y DoorDash puede recibir una comisión si eliges realizar una compra de estas tiendas o marcas.
Vienen unos pocos amigos a pasar las vacaciones. Espera — son más que unos pocos. Si no te apetece ponerte delante de un asador caliente para perfeccionar tus carnes a fuego lento (¿y quién puede culparte?), puedes dejárselo a los profesionales. Y DoorDash tiene muchos de esos.
Pero para desvelar el secreto de la entrega de parrillas a domicilio hay que responder a algunas preguntas importantes. ¿Cuánto hay que pedir para una multitud? ¿Cómo conseguir que sepa tan bien como cuando se cocina en la naturaleza? ¿Y qué recomiendan los profesionales de la parrilla para sacar el máximo partido a tu pedido? Quería saber las respuestas a todo esto y más, así que busqué a algunos expertos en parrillas para aclarar un poco las cosas.
Haz tus cuentas de la carne.
No soy matemático, por eso para mí pedir comida para un grupo no es más que un desfile de números difusos. Afortunadamente, hay quienes se enorgullecen de este tipo de matemáticas jugosas. Consulté a Michele Buckingham, directora de marketing de Dinosaur Bar-B-Que en Nueva York, y a Mathew Glazier, propietario de Morgan's Brooklyn Barbecue en Brooklyn, para que me ayudaran a calcular cuánta parrilla pedir por persona.
"Creo que una buena regla general es de ⅓ a medio kilo por persona, dependiendo del apetito del grupo", dice Glazier. (Incluye las costillas en esta cifra).
No es una regla fija, sobre todo si pides más de un tipo de carne. "Si tienes dos o tres carnes, puedes ir por un poco menos", dice Buckingham. En cuanto a las alitas, las cuentas son fáciles: unas tres por persona, sugiere Glazier.
Elige las guarniciones correctas.
Algunas guarniciones, dice Buckingham, son mejores que otras. Los macarrones con queso, por ejemplo, un alimento básico de los asadores, pueden recalentarse fácilmente y son una excelente opción a gran escala.
Las alubias y verduras asadas también se adaptan bien a la comida a domicilio, ya que se pueden recalentar fácilmente en el horno (aunque también se pueden calentar en el microondas, según Glazier). También sugiere guarniciones frías, que mantienen su integridad en tránsito y llegarán igual de deliciosas que cuando salieron del restaurante. "La ensalada de col es estupenda, porque se puede comer directamente sacada de la nevera", dice.
En comparación con la carne, la cantidad de guarniciones que hay que pedir es menos cuantificable. "Siempre sugerimos variedad", dice Glazier. "Al menos pan de maíz, macarrones con queso y una verdura". Pero el número real de guarniciones para un grupo dependerá del volumen de carne que se haya pedido, y además las guarniciones varían de un restaurante a otro. Un consejo: Ten en cuenta el tamaño del menú de un restaurante determinado y cuántas personas pueden comer cómodamente.
Recaliéntalo correctamente.
Pedir comida de expertos en parrillas significa que puedes esperar un cierto nivel de calidad. En Dinosaur Bar-B-Que, los pedidos de catering vienen con instrucciones que explican cómo recalentar la comida, pero los clientes de reparto y retirada también pueden solicitar este tipo de información al hacer el pedido. No dudes en preguntar en el sitio donde vayas a hacer la parrilla cuáles son las instrucciones específicas para recalentarla, pero a continuación te damos algunos consejos sobre cómo recalentar la comida a la parrilla:
Para recalentar la comida, lo mejor es mantenerla tapada y recalentarla lentamente en un grill u horno a baja temperatura.
Puedes untar la carne regularmente con caldo, jugo o grasa (también salsa, aunque más adelante hablaremos de ello) para evitar que se seque.
Para pequeñas porciones de carne, Glazier dice que el microondas puede ser incluso una herramienta útil para recalentar. "Me gusta poner una servilleta de papel húmeda encima, para retener la humedad", dice.
Pide la salsa aparte.
Si tu parrilla no viene con salsa aparte, asegúrate de pedirla de esa forma. Es un cambio que hará mucho más fácil recalentar el plato. Esto se debe a que la salsa para la parrilla suele incluir algún tipo de producto derivado del tomate, que tiende a quemarse si se deja en el horno demasiado tiempo. "Una de nuestras sugerencias es recalentar la falda lentamente y añadir un poco de salsa de ternera o jugo", dice Glazier. Esto garantiza una carne jugosa y tierna.
Pero una vez que la carne esté bien caliente, siéntete libre de ir a por todas con las salsas... o no. "Creemos que nuestras salsas — dulces y picantes — son estupendas, pero la carne no las necesita", dice Glazier. "Me encantan nuestras alitas ahumadas sin recubrimiento y creo que se entregan mejor cuando la salsa Buffalo va aparte y sólo se usa como salsa". Independientemente del uso que le des a la salsa — para mojar, untar o personalizar tu plato de carne — es la cereza de la torta en tu parrilla.
CRÉDITO DE ILUSTRACIÓN: Sam Twardy
