Si eres un humano en el planeta Tierra, probablemente hayas escuchado mucho sobre la salud inmunológica recientemente. De hecho, probablemente ya te cansaste de hablar sobre la salud inmunológica. Pero quédate con nosotros, porque puede que se trate de mantenerte saludable, pero en realidad se trata de una comida deliciosa. Comer está a la altura del sueño y la reducción del estrés como una herramienta para mantener a raya las enfermedades. Concéntrate en estos tres objetivos dietéticos y estarás preparando tu sistema para el éxito.
1. Lleva una dieta equilibrada y colorida.
Quien acuñó la frase “come un arcoíris” tenía razón. Las dietas ricas en frutas y verduras coloridas tienden a ser más altas en antioxidantes, vitaminas y minerales. Las batatas y las zanahorias contienen betacaroteno; la espinaca, el brócoli, las fresas y los cítricos son ricos en vitamina C, los champiñones están llenos de vitamina D y la col, la calabaza y el pimiento son ricos en vitamina E. Cuanto más colorido sea tu plato, más nutrientes y apoyo inmunológico contendrá tu comida.
2. Céntrate en los bióticos (pre y pro).
Los prebióticos y probióticos también desempeñan un papel crucial en el desarrollo del sistema inmunológico. Los alimentos ricos en prebióticos incluyen el ajo, la cebolla, los espárragos y los plátanos, y los alimentos ricos en probióticos incluyen el yogur, el chucrut y cualquier alimento fermentado. Los prebióticos y los probióticos ayudan a aumentar la cantidad de bacterias "buenas" en nuestros intestinos y mejoran el equilibrio de estos microorganismos. También pueden reducir la inflamación. ¿Qué significa esto para el sistema inmunológico? Cuanta menos inflamación haya en el cuerpo, menor será el riesgo de desarrollar una enfermedad.
3. Incorpora una variedad de proteínas.
El zinc, la vitamina D y el selenio en particular son vitaminas y minerales cruciales que pueden ayudar a estimular el sistema inmunológico. Más específicamente, el zinc es responsable de la producción de nuevas células del sistema inmunológico, el selenio ayuda a combatir enfermedades y aquellos con niveles bajos de vitamina D son más susceptibles a desarrollar una infección o enfermedad. Busca zinc en las ostras, la carne, las legumbres, los frutos secos y las semillas; la vitamina D está presente en el salmón, las sardinas, la carne, la yema de huevo y la leche fortificada; y el selenio es rico en la carne de cerdo, ternera, pavo, pollo, mariscos, huevos y lentejas.
Entonces... ¿qué debería ordenar?
Ensaladas y tazones: las comidas preparadas a tu gusto son una excelente manera de asegurarte de que tu comida tenga la combinación correcta de nutrientes para la salud inmunológica. Intenta consumir una combinación de verduras, cereales integrales y proteínas magras. Presta atención a las combinaciones de comidas: incluso si no preparas tu propio plato, prioriza los platos que combinan proteínas magras como pechuga de pollo a la parrilla, salmón o tofu con cereales integrales como arroz integral o quinua y verduras como calabaza asada o ensalada.