*Este artículo incluye menciones de tiendas o marcas que son socias de DoorDash, y DoorDash puede recibir una comisión si eliges realizar una compra de estas tiendas o marcas.
Soy cocinera capacitada y desarrolladora de recetas. Cuando se trata de guacamole, mi filosofía general es “más es más”.
Este valor se mantiene ya sea que salga a comer en Pittsburgh o que invite a amigos a comer en mi propia cocina. Pero seamos honestos: no voy a preparar muchas variedades desde cero. En su lugar, en el caso de los aderezos, me gusta comprarlos en la tienda, lo que me deja tiempo para preparar las crudités y ordenar la casa para los invitados. Desde luego, no todos los guacamoles envasados se elaboran de la misma manera. Para encontrar el mejor, recurrí a DoorDash.
LA METODOLOGÍA
Ordené todas las variedades que había en mi radio de entrega, lo que sumó un total de más de 20. Omití los paquetes de preparaciones listas para hacer guacamole, las salsas de guacamole y todo lo que en su etiqueta decía “puré de aguacate”.
Luego, invité a algunos amigos exigentes para una prueba de sabor: Tierney, dueña de una lujosa empresa de picnic, que se maneja como pez en el agua en el mundo de los untables; su esposo, Tyler, a quien no hay nada que le guste más que una preparación con guacamole en la mesa; y Ally, una ocupada residente de pediatría que conoce muy bien los recipientes de guacamole individuales.
Probamos los guacamoles solos, con bastones de zanahoria y apio, y finalmente con chips de tortilla. Al final, coincidimos en un claro nivel superior.
LOS RESULTADOS
El mejor de todos: guacamole clásico Sabra
Incluso después de probar kilos de guacamole, seguía mojando mi chip en esta versión clásica. El aderezo que complace a multitudes está saborizado con jugo de lima, sal y cilantro, y tiene cebolla, ajo, tomate y jalapeño frescos (aunque es apenas picante). A diferencia de algunos de sus competidores, su sabor cítrico y ligeramente picante no es artificial ni excesivo, y su textura espesa hace que parezca casero. (Ally mencionó que muchos de los otros guacamoles que probamos eran tan suaves que parecían “batidos”; por eso, nos gustó la textura natural de este). Obviamente, voy a tocar el botón “Volver a ordenar”. Como es tan sabroso, es ideal para comer directamente.
El mejor suave: guacamole clásico Good & Gather
Este atractivo aderezo tiene una textura suave similar al humus y un complejo sabor a ajo. Valoro su breve lista de ingredientes (no tiene colorantes, saborizantes ni conservantes artificiales) y la falta tanto de tomate como de cilantro significa que hasta a los clientes más exigentes les gustará. Úsalo para agregar un toque de sabor instantáneo a los tacos, a las quesadillas o a una sartén llena de nachos.
El mejor picante: guacamole estilo casero Good & Gather
En teoría, este guacamole tiene la etiqueta de “moderadamente picante”. Pero tiene un toque significativo (gracias a los chiles serranos) que seguramente satisfará a los amantes del picante. Hay trozos de aguacate, tomate y cebolla en cada bocado, lo que lo convierte en una opción adecuada, en particular, para un chip de tortilla con forma de cuchara. Y mientras algunos de sus competidores dependen del sabor salado de los chips, este está tan bien condimentado (con cilantro y ajo, además de la sal) que también se puede valer por sí mismo con verduras crudas.
El comodín: guacamole de poblano y piña estilo restaurante Park Street Deli
Si buscas darle vida a tu untable, este guacamole es justo lo que necesitas. El dulzor de la piña equilibra el sabor terroso de los poblanos asados: cuando lo comes con chips, obtienes un sabor dulce, picante y salado al mismo tiempo. Los poblanos evitan que sea demasiado dulce (este guacamole no escatima en piña), pero no es picante en absoluto, lo que constituye una excelente opción para los niños. Puedo ver a este guacamole como un básico para las noches de tacos y la solución para hacer que los niños coman sus bastones de zanahoria. (¡Soñar no cuesta nada!).
Último consejo: vale la pena tener en cuenta que todos los guacamoles se pusieron de color marrón después de algunos días en el refrigerador, por lo que recomendamos usarlos rápido. Sírvelos en una fiesta, llévalos a una comida a la canasta o súmalo a un aderezo de siete capas. Y, si dices que son caseros, guardaremos el secreto.
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Fotografía: Paul Quitoriano
Dirección de arte: Sarah Ceniceros Gómez
