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Muchos aspectos del fin de semana cambian cuando entran niños en escena, pero una cosa sigue igual: la importancia del brunch. Desde luego, el brunch podría dejar de significar cócteles Bloody Mary a las 3:00 p. m., y “barra libre” podría no ser lo mismo que antes. Sin embargo, una comida al mediodía sigue siendo una excelente forma de pasar tiempo con amigos y familiares.
Otra cosa que sigue igual es que el fin de semana aún no es lo suficientemente largo. Cuando uno logra relajarse de la semana después de asistir a la fiesta de cumpleaños inevitable, es hora de bañarse y preparar nuevamente las mochilas. Hacer muchas cosas al mismo tiempo puede ayudar a los padres de niños pequeños a maximizar esas preciadas horas, y aquí está la feliz unión de comida y socialización, también conocida como “cita de brunch y juegos”.
El brunch es una excelente manera de reunir a los niños por la mañana y cansarlos antes de la hora de la siesta. También permite romper el hielo y hacer nuevos amigos con hijos. En el caso de los niños que son demasiado pequeños para reunirse a jugar sin la compañía de sus padres (el Santo Grial con el que sueñan los padres de los bebés caprichosos), las citas de brunch y juegos les brinda a toda la familia la posibilidad de pasar un buen rato y, a la vez, disfrutar de una comida.
La mejor parte es que no tienes que elaborar un menú complicado ni organizar un sinfín de actividades para complacer a todos. A continuación, he resumido mi método infalible para organizar una cita de brunch y juegos divertida y relajada.
El mejor menú de brunch para una cita de juegos
Frittata de col rizada y queso feta (consulta la receta con opciones de reemplazos a continuación)
Ensalada de verduras de hoja verde con pecorino y nueces
Huevos revueltos (para los niños dubitativos)
Verduras crudas
Ensalada de frutas
Toast
Tocino
Cómo prepararte para tu cita de brunch y juegos
Preparar con anticipación lo máximo posible es una regla de oro del entretenimiento y, con un menú como este, puedes cocinar y preparar casi la comida completa antes de que empiece la cita. Toma nota:
Cocina la frittata en una sartén de hierro fundido para servir a temperatura ambiente o recalentar con facilidad directamente en la sartén.
Hornea un lote grande de tocino en una asadera forrada con papel de aluminio en el horno a 400 ° durante 15 a 25 minutos (el papel de aluminio permite una fácil limpieza y el tiempo de cocción depende del grosor del tocino y de cuán crujiente te guste).
Para hacer una ensalada sencilla, pero elegante, mezcla verduras de hoja verde (rúcula, col rizada o lechuga) con nueces tostadas. Usa un pelapapas para rallar pecorino encima. Luego, prepara una vinagreta con limón (dos cucharadas de jugo de limón fresco, 6 cucharadas de aceite de oliva, un diente de ajo rallado, ¼ de cucharadita de azúcar y ½ cucharadita de sal kosher) y reserva para agregar justo antes del brunch.
Corta pepino en rodajas, zanahoria en bastones y aguacate en cubos, y pon tomates cherry en una bandeja para que tomen los niños (o para que se sirvan los padres) a voluntad.
Corta una variedad de frutas (uvas, fresas, plátanos, ciruelas, melón, mango o lo que tengas a mano) para hacer una ensalada de frutas infalible.
Corta pan, de modo que esté listo para la tostadora, y saca mantequilla y mermelada.
Por último, prepara un tazón y una sartén antiadherente para hacer huevos revueltos a la orden. Ahora ya tienes listo el 90 % y puedes servir a último momento.
El plan de juegos
Una regla de oro de entretenimiento menos practicada, pero no menos importante, es convertir el asunto en algo comunitario. Muchas manos (incluso las pequeñas) alivian el trabajo, así que si tus invitados ofrecen ayuda o llevar algo, ¡acepta! Algo horneado adicional no le hace mal a nadie, y un ambiente inclusivo hace que “conocer a los padres” sea una experiencia más natural. Si alguien quiere huevos revueltos en lugar de tu (¡hermosa!) frittata, déjalo ayudarte a romper los huevos y batir. O bien, arma una estación de jugos; para ello, corta frutas cítricas a la mitad y deja que los niños se turnen para exprimir naranjas para hacer jugo de naranja o limones para hacer limonada en un exprimidor de cítricos. Servir en vasos pequeños ayuda a que un poco de jugo rinda mucho.
Elige el ambiente
Además de la comida, tendrás que pensar en el ambiente de la fiesta o cita de juegos. Tal vez, lo más importante es mantener un ambiente relajado y amistoso. Habrá juguetes por todos lados, y está bien. Las familias pueden llegar tarde o quizás necesiten irse de forma abrupta. También está bien. ¡Es posible que la reunión termine con lágrimas! A todos nos ha pasado. Será un gran logro si un adulto puede decir una oración completa sin sentir un tirón en la pierna del pantalón o sin escuchar “¡Mamá!” del otro lado de la sala, así que acepta las conversaciones deshilvanadas y recuerda que los lazos se construyen tanto sobre lo que no se dice como sobre lo que se dice.
Hay algunas cosas que pueden potenciar el ambiente comunitario y hacer que las cosas fluyan con facilidad:
Prueba con una lista de reproducción para padres aptas para niños. Ningún adulto necesita escuchar “Let It Go” una vez más, así que arma una lista de reproducción que los padres disfruten (siempre que las canciones no estén llenas de groserías). Si te atreves, invita a los niños a que pongan música. Siempre puedes volver a tomar el timón.
Pregúntales a los padres con anticipación sobre las restricciones alimentarias. Eso comunica respeto y preocupación.
No tengas miedo de usar platos de papel o de plástico (seguramente tengas algunos que te sobraron de una fiesta de cumpleaños).
Sirve la comida antes de lo que podrías pensar. Es mejor alimentar a todos (especialmente a los niños) antes de que ataque el hambre, y después habrá tiempo para jugar. Para facilitar la transición del juego a la hora de comer, haz participar a los niños en una tarea, como exprimir, revolver o poner la mesa.
Al final, es posible que, con la emoción del momento, olvides algunos de estos consejos. ¿A quién le importa? Lo que sea que hagas será un logro. Lo mires por donde lo mires, la paternidad es un viaje y, si bien invitar a personas a almorzar puede parecer desalentador, reunir a familias para disfrutar de una comida y un momento de juegos es una forma gratificante de recordar que, en esto, no estamos solos.
Frittata de col rizada y queso feta
Rinde de 4 a 6 porciones
Tiempo: 25 minutos
Mi plato principal favorito para una cita de brunch y juegos es una frittata de col rizada y queso feta, que me encanta por su combinación de sabores amargo (col rizada), salado (queso feta) y dulce (chalote). Según las restricciones o preferencias alimentarias de los invitados, hay una gran cantidad de variaciones. La col rizada es consistente y permite una presentación abundante, pero la espinaca también funciona. El queso de cabra (usa un cuarto de taza) o cheddar pueden reemplazar al queso feta y, para los amigos que no consumen lácteos, ocho onzas de champiñones cortados en rodajas, cocinados hasta que estén dorados e incorporados con los huevos reemplazan muy bien al queso. Independientemente de los reemplazos que hagas, aférrate al chalote, la modesta estrella de esta frittata.
Ingredientes
2 cucharadas de aceite de oliva
1 chalote mediano, finamente picado
1 cucharadita de sal kosher, y más para condimentar
2 tazas de col rizada, picada
8-10 huevos grandes
½ taza de queso feta, en trozos
Hierbas frescas para decorar (opcional)
Sal marina en escamas para decorar (opcional)
Instrucciones
Calienta el horno a 350°.
Calienta el aceite de oliva en una sartén de hierro fundido a fuego moderado.
Agrega un chalote picado y cocina durante 5 minutos hasta que esté blando, revolviendo ocasionalmente para evitar que los chalotes se quemen. Condimenta con sal.
Agrega la col rizada a la sartén y deja que se rehogue durante 1 o 2 minutos, revolviendo una o dos veces (cuanto más consistente sea la verdura, más tardará en cocinarse).
Bate los huevos, condimenta con una cucharadita de sal y coloca en la sartén. Agrega el queso feta y revuelve para que se integre. Revuelve durante 30 segundos a 1 minuto más, y pasa una espátula por los costados y por la parte de abajo de la sartén para que el huevo suelto haga contacto con la sartén caliente.
Coloca la sartén en el horno y cocina durante 10 a 15 minutos.
Retira, decora con hierbas frescas (como perejil, eneldo o cilantro) y sal en escamas.
Sirve caliente. O bien, deja enfriar y sirve a temperatura ambiente. También puedes recalentar justo antes de servir en el horno caliente o en la estufa.
CRÉDITO DE LA FOTO:
Fotografía: Paul Quitoriano
Estilismo de la comida: César Aldrete
Dirección de arte: Sarah Ceniceros Gómez