El puré de calabaza es un ingrediente popular de muchas recetas de otoño; sin embargo, por lo general, para recetas como muffins de calabaza o pan de calabaza, se requiere solo una parte de la lata. En lugar de desechar el resto, prueba una de estas seis formas rápidas y saludables de usar las sobras de puré de calabaza.
Nota: Todas estas recetas llevan puré de calabaza, que es diferente al relleno de la tarta de calabaza. Este último contiene azúcar agregada y especias como canela. ¿La mejor manera de diferenciarlos? Busca la palabra “puré” en el envase.
Jarabe de calabaza
Lleva los sabores del codiciado café con leche de calabaza a la cafetería de tu hogar. A diferencia de la versión original (que, en realidad, no lleva calabaza), para hacer este simple jarabe, debes mezclar 4 cucharadas de puré de calabaza en una olla pequeña con 1 taza de agua, 1 taza de azúcar, 1 taza de azúcar morena y 1 cucharadita de especias de calabaza. Cocina sobre fuego lento hasta que el azúcar se disuelva. No es necesario revolver, ya que el calor disolverá el azúcar por sí solo. Guarda en un recipiente hermético, como un frasco de conserva, en el refrigerador durante un mes como máximo. Esta receta rápida rinde aproximadamente para 2 tazas de jarabe.
Agrega este delicioso jarabe a tu café matutino, a los panqueques o incluso al helado.
Bolitas proteicas de calabaza sin horno
Estas bolitas proteicas de calabaza con inspiración otoñal tienen un alto contenido de grasas saludables y fibra. En un tazón, mezcla ⅓ de taza de mantequilla de algún fruto seco (mi favorita es la de almendra), ⅓ de taza de jarabe de arce y ⅓ de taza de puré de calabaza. Calienta en el microondas durante 30 segundos. Incorpora 1½ tazas de avena tradicional, 2 porciones de tu proteína en polvo de vainilla favorita y 2 cucharaditas de especias de calabaza. Con la mezcla, forma bolitas de unos 2,5 cm y refrigera hasta que estén firmes, aproximadamente de 30 minutos a una hora. Guarda estos refrigerios para llevar en un recipiente hermético en el refrigerador hasta por una semana o en el congelador hasta por seis meses.
Brownies de calabaza
Todo lo que necesitas para esta receta de calabaza chocolatosa es una caja de preparado para brownies, 2 huevos, 1 cucharadita de especias de calabaza y 1 taza de puré de calabaza. Simplemente mezcla los cuatro ingredientes en un tazón grande y hornea en una asadera preparada según las instrucciones de la caja. Si quieres algo realmente otoñal, sirve estos brownies húmedos con jarabe de calabaza para aportar un toque otoñal adicional.
Panqueques de calabaza
Los panqueques de calabaza son una de las recetas más acogedoras para el desayuno que puedes preparar. Mezcla 2 tazas de tu preparado para panqueques favorito con ½ taza de puré de calabaza, 1 taza de leche y 1 cucharadita de especias de calabaza en un tazón mediano y bate hasta que se hayan incorporado todos los ingredientes. Si quieres panqueques con una textura más fina, coloca la mezcla en una licuadora y licua hasta que esté suave. Coloca la masa en una plancha o una sartén antiadherente precalentada y ligeramente cubierta con aceite vegetal. Cocina hasta que los bordes hayan comenzado a solidificarse, la masa esté inflada y se hayan formado burbujas en todo el panqueque. Da vuelta y cocina hasta que esté dorado. Sirve con mantequilla y jarabe de arce.
Batido de calabaza
En una licuadora, mezcla 3 cucharadas de puré de calabaza, 1 plátano, ½ taza de yogur de vainilla, 2 o 3 cucharadas de tu leche favorita (almendra, avena, etc.), un chorrito de miel, una pizca de canela y hielo. Licua a gusto y disfruta mientras miras otra repetición de “Gilmore Girls”.
Avena horneada con calabaza
La avena horneada es una forma divertida (y fácil) de disfrutar los granos integrales. En un tazón, mezcla 1¼ tazas de avena arrollada, 2 cucharaditas de especias de calabaza, ½ cucharadita de polvo de hornear, una pizca de sal, ¾ de taza de la leche que prefieras, ½ taza de puré de calabaza y 1 cucharada de miel. Puedes agregar cualquier ingrediente que tengas a mano, como pasas de uvas, nueces o incluso trozos de manzana. Vierte en una fuente apta para horno y hornea a 350 °F hasta que esté completamente cocida, aproximadamente entre 30 y 35 minutos. Retira del horno y, mientras aún está caliente, cubre con chispas de chocolate.
CRÉDITO FOTOGRÁFICO:
Fotografía: Paul Quitoriano
Estilismo: Mary Rupp
Dirección de arte: Sarah Ceniceros