¿Otra vez quesadillas para la cena? ¡No me digas! Para los padres de niños pequeños, la quesadilla es una forma sencilla de ofrecer una comida sustanciosa: tiene carbohidratos, queso y le gusta a la mayoría. (Desde luego, siempre hay una excepción. Mi hija dice que no le gustan los macarrones con queso. Estamos trabajando en eso).
La quesadilla también se hace rápido, lo que, como todos (padres o no) saben, es fundamental a la hora de preparar la cena durante la semana. Si bien hago muchas quesadillas con queso simples, la frecuencia con la que sirvo tortillas con queso a mis hijos de cuatro y seis años me inspiró a agregarles verduras cuando podía. Después de probar esconder diferentes opciones, desde pimientos en cubitos hasta brócoli y calabacín picados, la versión más exitosa que encontré es la quesadilla de batata y espinaca.
Aquí el truco es pisar y esparcir la batata sobre la tortilla. Gracias su color anaranjado brillante, se confunde con el queso (o, al menos, no es objetable ante los ojos de mis hijos).
Por lo general, aso una batata con anticipación. Asarla permite que su pulpa sea más dulce y tierna, a lo que incluso hasta al comensal pequeño más exigente le costaría resistirse. Si no planifiqué con anticipación y no tengo tiempo suficiente para asar la batata en el horno, coloco el tubérculo en el microondas, en la configuración para batatas, y está lista en cuestión de minutos. Una vez que la batata está cocida, la corto a la mitad y, con una cuchara, retiro la pulpa. Luego, con la parte de atrás de un tenedor, la piso sobre la tortilla y, nuevamente con la cuchara, la esparzo de forma pareja. (Reservaré la otra mitad de la batata para cortarla en cubos o pisarla y servirla mañana).
Para los padres de niños pequeños, la quesadilla es una forma sencilla de ofrecer una comida sustanciosa: tiene carbohidratos, queso y le gusta a la mayoría.
Sobre el puré de batata, espolvoreo con espinaca cocida picada y queso rallado. A la espinaca la cocino en el microondas o en una sartén, y la pico fina. Cuando la presiono ligeramente para esconderla dentro del puré de batata y la espolvoreo con queso encima, pasa bastante desapercibida. De verdad. Y de esta manera también puedes probar con otras verduras. Mi consejo es que te asegures de que estén finamente picadas o cortadas bien pequeñas, y muy tiernas, ya sea que se trate de calabacín, brócoli o incluso ejotes al vapor o salteados.
A continuación, viene el queso, y yo uso bastante aquí para disfrazar las verduras. Cheddar, mozzarella, Monterey Jack… lo que prefieran en tu casa servirá. Por lo general, elijo una mezcla mexicana. Se coloca otra tortilla encima y se cocina todo en una sartén durante unos minutos. Suelo comenzar a cocinar la quesadilla sin tapa a fuego medio, la doy vuelta, bajo el fuego y la tapo. Luego, sigue cocinándose durante uno o dos minutos más. Está lista para pasar a una tabla de cortar cuando el queso se ha derretido por completo y las tortillas se han dorado ligeramente. En ese momento nunca corto una porción o dos para comer mientras la quesadilla se enfría lo suficiente para mi público impaciente.
Con una batata previamente asada o una que cocines en el microondas, todo el asunto lleva no más de cinco a diez minutos. Esto sí que es una verdadera comida para una cena durante la semana, y con los nutrientes que aportan la batata y la espinaca, me siento bastante satisfecha al respecto.
Realmente no necesitas una receta para esta delicia que le encanta a todo el mundo, pero te cuento cómo uno todo si quieres inspiración estructurada:
Quesadillas de batata y espinaca
Tamaño de la porción: 2 comensales pequeños. Duplica para niños más grandes o personas con más apetito.
Ingredientes
1 batata mediana
1 taza de espinaca bebé sin compactar
2 tortillas de harina o maíz grandes (estilo burrito) o 4 pequeñas (estilo taco).
1 taza de queso rallado sin compactar, como cheddar, mozzarella, Monterey Jack o una mezcla mexicana.
1 cucharada de aceite neutro
Indicaciones
Precalienta el horno a 425 grados. Lava y seca una batata mediana. Pincha con un tenedor. Envuelve en papel de aluminio y asa durante 45 minutos a una hora. Retira y deja enfriar. Si no hay tiempo de asar la batata, entonces lava, seca, pincha con un tenedor y cocina en microondas en configuración para batatas. Si no tienes o no usas la configuración para batatas, una batata pequeña requiere aproximadamente 4 minutos en potencia fuerte, una mediana requiere aproximadamente 5 minutos y una grande, aproximadamente 6 minutos. Retira y deja enfriar.
En una sartén o en un tazón en el microondas durante 30 segundos, cocina 1 taza de espinaca bebé hasta que esté blanda. Pica ligeramente y reserva.
Prepara una tortilla grande (estilo burrito) o dos pequeñas (estilo taco). Corta la batata a la mitad y, con una cuchara, retira la pulpa. Con la parte de atrás de un tenedor, pisa la batata directamente sobre la tortilla. Con la parte de atrás de la cuchara que usaste para retirar la pulpa, esparce la pulpa de forma pareja. (¡Guarda la otra mitad de la batata para cortar en cubos o pisar y servir como guarnición mañana!).
Espolvorea la espinaca picada sobre el puré de batata. Presiona ligeramente dentro del puré.
Ahora espolvorea el queso sobre la batata y la espinaca (para disfrazar la primera y, lo más importante, la segunda).
Coloca la otra tortilla encima.
En una sartén grande, calienta una cucharada de aceite a fuego medio. Coloca la tortilla rellena en la sartén y cocina, sin tapa, durante aproximadamente 2 minutos. Da vuelta la quesadilla con cuidado, baja el fuego, tapa y cocina durante 2 minutos más. (Si no tienes una sartén lo suficientemente grande para dos quesadillas pequeñas, cocina de a una por vez).
Pasa la quesadilla cocida a una tabla para cortar y corta en porciones.