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Hay algunas cosas que solo haces cuando se aproximan las fiestas: mirar 187 horas de una chimenea chispeante en televisión, decorar con grandes calcetines y enviar correo real, con estampillas y todo. ¡Es una época del año especial! Una época de nostalgia y un toque de absurdidad; por eso, es el momento de que la gelatina brille, o se mueva de un lado a otro. En una temporada llena de relleno literal, junto con las comidas más pesadas y deliciosas, los postres a base de gelatina ofrecen un alivio liviano y soluble. ¡Son refrescantes! Y tienen una calidad novedosa que es adorable, como una comedia romántica navideña mala que no puedes evitar que te guste. Tampoco tienes que hacer las antiguas ensaladas de atún enlatado y gelatina. Existen muchas recetas modernas y simples que espero te llenen el alma tanto como a mí. Estos son mis favoritos.
Tarta de pretzel con fresas y crema
Hace poco hice esta tarta del libro de cocina de la autora Andrea Slonecker y no solo quedó hermosa, sino que mis amigos quedaron impactados por la manera ingeniosa en que las capas equilibran la textura única de la gelatina. La base es de pretzels triturados mezclados con mantequilla derretida y azúcar morena, y se hornea hasta que esté dorada. A partir de ahí, haces una capa de queso crema combinado con crema batida, le agregas fresas y, luego, viertes gelatina de fresa encima. Después de algunas horas en el refrigerador, está lista y espectacular. La masa de pretzel es crujiente y salada, y le abre paso a la capa cremosa; ambas compensan el dulzor de las fresas bajo la gelatina. Es difícil no tomar una foto de cada porción.
Pudín con especias de calabaza
Esta receta es como comer pastel de calabaza relleno sin tener que hornear un pastel y, este otoño, ya la he hecho dos veces (me encanta como postre en el almuerzo). Esta es mi versión: calienta 1½ taza de leche entera en una cacerola mediana hasta que hierva; luego, apaga el fuego e incorpora un paquete de 3,4 onzas de pudín de vainilla y 2 cucharadas de azúcar morena. Luego, agrega media lata de puré de calabaza (7,5 onzas, pero no es necesario que estas medidas sean exactas) y una cucharadita de especias de calabaza o, en mi caso, un toque (o tres) de jengibre, canela y nuez moscada molidos. Deja enfriar en un recipiente para almacenar comida durante una hora como mínimo. Para servir, podrías colocar una cucharada de crema batida y galletas saladas Graham encima, y quedaría hermoso. Yo lo como directamente del recipiente.
Gelatina de mosaico
Exactamente lo que parece, la gelatina de mosaico, también conocida como gelatina de vidrio roto o gelatina de vidrio manchado, lleva varios sabores de gelatina para crear un pequeño refrigerio artístico. La base consiste en una gelatina cremosa con el intenso sabor de la leche condensada endulzada. En el fabuloso libro de cocina del blogger Chicano Eats, hay una versión con una base de gelatina con leche y canela que me gusta hacer sola porque me encanta. Para las fiestas, podrías elegir gelatina de lima y fresa para que combine con tus suéteres navideños.
Shots de gelatina de champán
No soy una persona fanática de los shots de gelatina, pero hay algo en estos shots de gelatina de champán de la blogger Broma Bakery que hace que me pregunte si, después de todo, tal vez lo sea. ¡Brillan! Tienen un radiante sabor a limón sin ser demasiado alcohólicos, y puedes elegir tu propia aventura y decorarlos con granas o incluso espolvorear la mezcla de gelatina con oro comestible si es que tienes a mano (casual). Esta sería una opción muy divertida para una fiesta de Víspera de Año Nuevo y, a diferencia de otros shots de gelatina, este no te manchará los labios con un incómodo tono rojo 40.
Panna cotta de rompope
Esta receta de Martha Stewart es tan clásica y elegante como ella. También creo que esta panna cotta es una excelente manera de transformar el acogedor sabor del rompope en una textura aún mejor (creo que beber leche espesa también es divertido). El rompope se diluye con la leche, luego se pone firme con la gelatina y se espolvorea con nuez moscada para servir. Fácil. Gratificante. Engañosamente lujoso.
Gelatina de café japonesa
¿Viste que las personas beben café después de la cena? Este año, cambia ese hábito y, en su lugar, sirve gelatina de café japonesa (en alguna copa de helado vintage bonita sería ideal). Yo hago la receta del excelente libro de cocina de Rie McClenny, Make It Japanese: diluye un paquete de gelatina en 2 cucharadas de agua, deja que se asiente mientras preparas 16 onzas de café caliente, agrega 2 cucharadas de azúcar y mezcla hasta que se disuelva. Incorpora la mezcla de la gelatina al café y reserva en el refrigerador, en una bandeja para brownies de 8x8 para que se ponga firme, aproximadamente tres horas, y luego corta en bonitos cubos. Para las fiestas, sirve con un toque de rompope (o Bailey’s) encima.
Pastel de gasa de arándanos
Este pastel Rey Arturo es uno de mis postres favoritos del Día de Acción de Gracias. Si quieres esa textura esponjosa y cremosa de un pastel de gasa de calabaza, pero eres una persona que se inclina más por las tartas ácidas, este es para ti. La gelatina ayuda a que el relleno de crema de arándano esté firme, lo que hace que cada bocado sea liviano y aireado (también soy fanático de los arándanos con azúcar para decorar: ¡pequeños rubíes!). En lugar de una masa de galleta salada Graham (aunque definitivamente puedes hacer eso), hay una masa mantecosa de centeno que tiene un delicioso sabor tostado. El relleno requiere bastante trabajo, ya que harás una crema de arándanos con merengue como toque final, pero durante las fiestas, hago un esfuerzo adicional y, además, puedes preparar esto con anticipación muy fácilmente.
Pudín de plátano
El secreto del famoso pudín de plátano Magnolia de Nueva York ya se develó: es la mezcla para pudín de vainilla. Puedes preparar la receta de la panadería, pero yo tengo una versión aún más simplificada que hace el truco con menos complicaciones y los resultados que quieres: un pudín aireado, obleas dulces que se convierten en un suave pastel y la cantidad justa de plátano. Calienta 1 taza de leche entera en una olla pequeña hasta que apenas comience a hervir, luego apaga el fuego y agrega 1 paquete de 3 onzas de pudín de vainilla, luego incorpora aproximadamente 8 onzas de leche condensada endulzada (media lata, yo usé un poco menos y salió excelente). En una batidora de pie, bate 1 taza de crema a punto de turrón, luego mezcla ¼ de taza de crema agria (o mascarpone si quieres ser sofisticado). Vierte la mezcla para pudín de vainilla en el tazón de la crema batida y usa una espátula para incorporar ambas preparaciones. Luego, toma una bandeja para brownies, para pasteles o una asadera y coloca una capa de pudín para comenzar. Cubre eso con una capa de obleas dulces, luego un plátano en rebanadas y sigue con más pudín; luego, más obleas dulces, un segundo plátano y cubre con más pudín. Deja enfriar toda la noche para que las obleas se ablanden bien.
Cualquier gelatina frutal que te pida el corazón
Esta es la gelatina retro que te encanta odiar, o que te encanta amar si eres como yo. No es bonita. Parece lo que imagino como vómito de unicornio: de un color rosado poco natural con trozos de malvaviscos (¡algunas personas la preparan con queso cottage!). Puedes hacerla con cualquier gelatina más la combinación de frutas que te pida el corazón, pero a mí me encanta de fresa o frambuesa. Antes de hacer algo, descongela un envase de 8 onzas de crema batida y ni siquiera me preguntes sobre usar crema recién batida (de acuerdo, puedes hacerlo). Mezcla 1 caja de 8 onzas de gelatina de frambuesa con 1 caja de pudín de vainilla (o de chocolate blanco si puedes encontrarlo) en un tazón e incorpora 1 taza de agua hirviendo, luego ½ taza de agua a temperatura ambiente y deja que se asiente en el refrigerador durante 20 minutos. Mientras eso sucede, corta una libra de fresas o lava y seca las frambuesas. Incorpora la fruta, la crema batida y 2 tazas de malvaviscos miniatura al pudín; rómpelo para que tenga esa apariencia característica y luego enfría durante dos horas.
Elfo en un estante de gelatina
Si quieres una sorpresa festiva adicional, sigue las instrucciones para hacer el equivalente a una asadera de pavo de gelatina de fresa (aproximadamente 48 paquetes, perdón). Acomoda el elfo en la asadera y, mientras preparas la gelatina (intenta hacer 8 paquetes por vez en un tazón), vierte cada mezcla en la asadera hasta que el elfo quede sumergido. Lo ideal es que hagas todo esto mientras el resto de la familia duerme para que no sepan qué te traes entre manos. Deja que se enfríe durante toda la noche y colócalo en algún lugar de la casa (eh... tal vez, en la tina) para que tu hijo o tu pareja lo encuentren cuando menos se lo esperen. ¡Felices fiestas!
CRÉDITO DE LA FOTO: ilustraciones de Vonik Design